Recientemente se supo que la CIDH rechazó la medida cautelar de Juan Francisco Sandoval, quien según el abogado Raúl Falla, «equivocó la vía para resolver un asunto administrativo». Al mismo tiempo, la CSJ denegó a Thelma Aldana un recurso con el que la ex funcionaria pretendía garantizar la continuidad de una asignación millonaria para la seguridad de su familia. La situación constituye un nuevo revés para ambos ex fiscales, prófugos de la justicia guatemalteca.
Roxana Orantes Córdova
El ex jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), Juan Francisco Sandoval, fue destituido en junio de este año. Al no acudir a las autoridades competentes, habría perdido la posibilidad de reclamar su restitución.
Según dice Falla:
«huyó del país por las Chinamas. Es una pena que en lugar de acudir a la Oficina Nacional del Servicio Civil, o por lo menos a la Inspección de Trabajo, se haya equivocado de vía de una forma tan estrepitosa».
Un camino equivocado
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), denegó a Sandoval su pretensión de ser reinstalado por esa vía. El ex jefe de sección pretendía que su destitución fuera abordada por la CIDH como parte de los casos Valenzuela Ávila y Ruiz Fuentes.
Esto fue denegado por la instancia internacional pese a que, según Falla, es una entidad apegada a la izquierda y generalmente parcializada, lo que evidencia el grave error de cálculo de quien asesoró al ex fiscal.
«Además de errar el camino, el «campeón de la lucha contra la corrupción» perdió cualquier oportunidad de acreditar si su destitución fue o no justa, porque cualquier funcionario tiene 30 días para solicitar esa revisión», señala Falla.
CSJ deniega pretensión de Aldana
Mientras tanto, la ex Fiscal General Thelma Aldana, prófuga en EE.UU., intentó revertir una prebenda creada por ella y su secretaria Mayra Véliz, quienes se asignaron seguridad por una suma onerosa, como está plenamente documentado.
Tal como en el caso de Sandoval, Aldana habría equivocado el rumbo al pedir un amparo para garantizarse las prebendas que pretendía, indica Falla, puesto que la nueva jefe del Ministerio Público, Consuelo Porras, había revertido el acuerdo de Aldana-Véliz.
«Muchos fiscales no tienen siquiera vehículos y deben trasladarse en transporte público. Aldana y Véliz se garantizaron gasolina, vehículos, llantas y un enorme grupo de agentes para cuidarlas. El colmo del absurdo es que Aldana está prófuga con dos órdenes de captura», indica.
Porras no tendrá seguridad al concluir su mandato
Consultado sobre la resolución de la CSJ, el vocero del MP, Juan Luis Pantaleón dijo:
«De momento no hemos sido notificados. En octubre de 2019 la Fiscal General Consuelo Porras derogó el acuerdo mediante el cual Thelma Aldana había establecido contar con seguridad por tiempo indefinido al cesar el cargo. Al derogar este acuerdo, la Fiscal General tampoco tendrá seguridad al concluir su mandato».
Pantaleón agregó:
«No obstante, la señora Thelma Aldana, ex fiscal general, poseía medida cautelar por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que ordena dar protección a ella y su núcleo familiar, por lo que en ese momento se requirió al Ejecutivo brindar la seguridad respectiva. Desconozco si Gobernación le brinda seguridad, el MP dejó de hacerlo desde octubre de 2019».
¿En manos de quién estaba la justicia?, se pregunta Falla
Ante semejantes errores de cálculo y procedimientos poco apegados a la ley de ambos ex funcionarios, Falla expresa que causa preocupación, al pensar en que si de esa forma se condujeron para velar por sus intereses, cómo habrán llevado las causas en las que ejercían como investigadores para fundamentar acusaciones.
Las incoherencias son muchas. Además de las ya citadas, consistentes en acudir a la entidad equivocada para solventar sus respectivas situaciones, ambos ex funcionarios, quienes se preciaban de ser puntales de la lucha contra la corrupción, resultaron implicados más de una vez en casos que, al develarse,
«harán temblar a Guatemala. Desde bufetes que se presentan como adalides de la lucha anticorruptos, a funcionarios, empresarios y más», dice Falla.
Al respecto de las incongruencias entre el discurso y la realidad, cabe recordar la despedida de Sandoval, en un video de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), donde pronunció su última conferencia, en la que no mencionó los casos Valenzuela Ávila y Ruiz Fuentes pero sí aseguró que permanecería en Guatemala, para dedicarse a la docencia.
Esto, pocos minutos antes de huir del país, acompañado por Jordán Rodas y el embajador de Suecia. Acá, el enlace de dicha conferencia: