El fallecimiento espacial recientemente descubierto por un equipo de investigadores del Massachusetts Institute of Technology (MIT), la Universidad de Harvard y el Instituto de Tecnología de California tuvo lugar a unos 12 mil años luz de la Tierra, en la Vía Láctea, cerca de la constelación de Aquila.
Redacción Perspectiva
Este descubrimiento se produjo gracias a la observación de una estrella que aumentó repentinamente su brillo en más de 100 veces durante un período de 10 días.
A través de observaciones posteriores, los científicos determinaron que el planeta desaparecido era un gigante gaseoso con una masa similar a la de Júpiter, que orbitaba su estrella anfitriona en tan solo un día debido a su cercanía.
Se cree que la estrella, bastante similar al Sol, se tragó el planeta en un proceso que duró alrededor de 100 días, comenzando por mordisquear sus bordes, lo que eyectó polvo. Durante los últimos diez días del proceso, ocurrió una explosión brillante mientras el planeta era completamente destruido al sumergirse dentro de la estrella.
Este descubrimiento proporciona una mayor comprensión de cómo los planetas pueden desaparecer en el universo, lo que es especialmente interesante dado que se espera que la Tierra experimente un destino similar dentro de unos 5.000 millones de años.
Sin embargo, los expertos señalan que el evento será mucho menos dramático en comparación, ya que la Tierra es un planeta rocoso mucho más pequeño que los gigantes gaseosos, como el planeta desaparecido.
Además, la Tierra no será consumida por el Sol hasta que la estrella se queme y consuma los planetas interiores del sistema solar, un evento que está programado para ocurrir dentro de unos 5 mil millones de años.
A pesar de que la desaparición de planetas puede parecer una rareza en el universo, se cree que la mayoría de los planetas encuentran su fin cuando su estrella anfitriona se queda sin energía.
Este es el destino esperado de la Tierra en el futuro lejano, pero aún queda mucho tiempo antes de que eso ocurra. A través de la observación de eventos como el descubrimiento accidental del fallecimiento espacial, los científicos pueden continuar desentrañando los misterios del universo y entender mejor cómo los planetas y las estrellas interactúan y evolucionan.
