Este jueves continúa la huelga masiva en los puertos de la costa este y del golfo en Estados Unidos que comenzó el martes puede convertirse en uno de los paros más perturbadores de los últimos tiempos.
Redacción Perspectiva
Las peticiones de la Asociación Internacional de Trabajadores Portuarios (ILA, por sus siglas en inglés) siguen estando en desacuerdo con la oferta de contrato de la Alianza Marítima de Estados Unidos (USMX, por sus siglas en inglés). La USMX representa a las principales navieras, así como a operadores de terminales y autoridades portuarias.
Los trabajadores en huelga han expresado su preocupación por el futuro de su sector. Las huelgas, que han detenido el flujo de una gran variedad de mercancías en los muelles de casi todos los puertos de carga desde Maine hasta Texas, llegan también en un momento crucial para las elecciones estadounidenses.
¿QUÉ ORIGINÓ LA PROTESTA?
Los estibadores se oponen a la creciente tendencia de los operadores portuarios a aumentar el número de grúas y camiones sin conductor –que utilizan menos personas– para transportar mercancías desde los portacontenedores.
Por ello, el sindicato de trabajadores portuarios exige un lenguaje “hermético” para que los puertos no introduzcan la automatización “ni la semiautomatización”. La USMX ofrece mantener el texto actual del contrato, que, según el sindicato, no es lo bastante estricto.
Además, la ILA también quiere un aumento salarial de U$S 5 por hora en cada uno de los seis años del próximo contrato, o un aumento total del 77%. La USMX dijo el lunes que aumentó su oferta a más del 50% sobre el contrato propuesto de seis años.
Según estimaciones de CNN, una huelga de una semana costaría a la economía estadounidense unos US$ 2.100 millones, según una estimación realizada el lunes por el Anderson Economic Group.
La mayor parte correspondería a una pérdida de US$ 1.500 millones en el valor de las mercancías que no pudieran entregarse a tiempo, como los productos perecederos. Las empresas de transporte, incluidas las navieras y los puertos, perderían US$ 400 millones en ganancias, mientras que los trabajadores en huelga y los despedidos temporales perderían US$ 200 millones en salarios.
Además, se menciona que si la huelga se prolonga, es probable que haya escasez de productos perecederos importados por Estados Unidos.
Con información de CNN