Por: Jeraldine del Cid
Durante este mes se celebra el día del padre, hay quienes con más festejo que otros. Entre otras razones, destaca particularmente la gran cantidad de paternidad irresponsable y de madres solteras. Según las estadísticas vitales del Instituto Nacional de Estadística, para el 2014, el porcentaje de nacimientos registrados de madres solteras fue de 57.2.
Esta situación tiene varias posibles explicaciones, sin embargo, en este texto destacaré cómo la paternidad irresponsable se asocia con la masculinidad hegemónica que se reproduce según los estereotipos, aún dominantes, de género.
En términos generales, la masculinidad, es el conjunto de atributos, valores, comportamientos y conductas que son características atribuidas, producidas y reproducidas asociadas a “ser hombre”, tiene, además, particularidades según la sociedad y tiempo determinado, es decir que no es un conjunto de características estático, sino que varía según el lugar y el momento.
Por otro lado, la “masculinidad hegemónica” o bien el “modelo tradicional de masculinidad” es este conjunto de valores, comportamientos y conductas producidas y reproducidas en y por los hombres, con algunos elementos específicos. Entre estos destaca la represión de algunas emociones o bien la represión a manifestar sentimientos.
Aquellas emociones asociadas al enojo y agresividad son las únicas permitidas libremente, la sensibilidad y empatía son más reprimidas. Particularmente entre hombres, se inhiben así las expresiones de cariño entre amigos hombres y sus maneras de manifestar el afecto se cubren de agresividad, tratándose así con “insultos de cariño”. Por ello, cuando de ser padres se trata, difícilmente expresan emociones a sus hijos, permanecen inquebrantables, sobre todo con sus hijos hombres, y manifiestan libremente emociones únicamente cuando dan lugar al enojo y asociados.
Otro elemento es la excesiva expectativa de fortaleza y protección. La figura masculina se relega a ser el referente de fuerza y de proveedor. Con ello, en la paternidad, muchos hombres fungen únicamente el rol de proveedores y disciplinadores. La crianza amorosa, afectiva, con más contacto y expresión de emociones y sentimientos no corresponde a este modelo de masculinidad hegemónico.
Esto es sin duda dañino para sus familias y para los hombres mismos. No es de extrañarse que, con una masculinidad construida de esta manera, al convertirse en padres, muchos se despreocupen de sus hijos, así como también, aquellos que permanecen con sus familias, pueden desarrollar relaciones altamente agresivas y dañinas.
Por ello es de festejar que cada vez más hay padres que se permiten desarrollar nuevas masculinidades, involucrándose activamente en la crianza de sus hijos, compartiendo sentimientos, aceptando sus temores, codirigiendo los hogares. Aun si se trata de padres que no necesariamente viven con sus hijos en la misma vivienda, que se involucran con tiempo de calidad más allá de su rol de proveedores.
Los nuevos modelos de masculinidad están basados en una concepción igualitaria y no jerárquica, con actitudes más pacíficas, abiertas, receptivas y sensibles, sin perder la confianza, seguridad y fuerza que como cualquier persona deben fomentar en sí mismos.
Es preciso festejar a las nuevas paternidades, sobre todo fomentarlas y construirlas, basadas en modelos más integrales de masculinidad, en los que los hombres puedan expresar emociones y sentimientos, aceptar sus vulnerabilidades, con una plena capacidad y confianza de pedir apoyo en cuanto se necesita, resolver conflictos por medio del diálogo, la empatía, la comprensión y sin recurrir a la violencia, y así, participar activamente en el desarrollo de las vidas de sus hijos, responsablemente.
Promover y fomentar las nuevas paternidades, permitirá familias y sociedades con un mejor desarrollo, en ambientes de mayor cooperación, para un país como Guatemala, un cambio cultural en el que se redefina la hombría lejos de la agresividad y la violencia como códigos de masculinidad, es urgente. Con nuevas paternidades, tendremos una sociedad más sana.
Comparto este video que está relacionado con este tema y permite que todas y todos reflexionemos: