El otro día puse las noticias y me llamó la atención la historia de una pareja de ancianos en Italia que se hizo famosa de un día para otro en las redes sociales. Al parecer, sus vecinos escucharon sollozos fuertes en su casa, y decidieron llamar a la policía para que fuera a ver qué pasaba. Cuando los agentes entraron en la vivienda, descubrieron que ambos lloraban y al preguntarles el porqué de su tristeza, confesaron que lloraban de soledad. Se quejaron de que hacía mucho que nadie iba a verlos y que se sentían muy solos.
Su realidad conmovió a los policías y entre varios se pusieron manos a la obra para cocinarles una pasta con la comida que tenían. Les dieron de cenar y lavaron los platos. Hicieron una foto y la subieron a sus redes sociales. La imagen empezó a ser compartida y comentada tan rápidamente que la historia terminó acaparando la atención mediática en varias partes del mundo.
Una noticia así hace años, seguramente hubiera acabado siendo una entrañable anécdota local. Sin embargo, hoy en día, terminó haciéndose viral. Y, ¿por qué?
Inmersos en un mundo digital, sobresaturados de información de artículos de todo tipo desde consejos espirituales, de vida, noticias, concursos y muchas dosis de publicidad y selfies, el marketing de contenidos da un paso al frente y agudiza todo su ingenio para enamorar, cautivar y permanecer cerca de su audiencia a través del llamado storytelling o el arte de contar historias.
El storytelling cada vez cobra más importancia, pero lo cierto es que siempre la ha tenido. Se trata de una técnica en la que el mensaje no intenta llegar al receptor mediante la lógica o el raciocinio, si no que busca conmoverle con mensajes significativos y profundos.
Narraciones muy humanas, cargadas de valores y sensibilidad que apelan a nuestro lado más intuitivo y emocional para generar empatía, reciprocidad y confianza. Las grandes marcas lo saben y de ahí que el storytelling se haya convertido en uno de sus más preciados instrumentos de comunicación para dirigirse a sus consumidores o clientes a través de los medios digitales.
LA IMPORTANCIA DE CONECTAR
Conecta en primera persona con nuestra audiencia a través de textos directos para que el mensaje cale y perdure en nuestra memoria. Historias muy reales y emotivas que acaparan nuestra atención involucrando a nuestros cinco sentidos. Y es que todos somos contadores de historias. A través de ellas, transmitimos a quienes nos rodean, cuál es nuestra actitud o posicionamiento ante las cosas que nos suceden. De ahí que los buenos relatos nos inspiren, emocionen o persuadan gracias a esa conexión o vínculo emocional.
Uno de los maestros de la oratoria y del arte de contar historias fue Steve Jobs. Aquí os dejo uno de sus discursos más memorables cargado de inspiración y emoción:
Desde los tiempos de la antigua Atenas, se remonta el arte de contar historias. Erik Hare nos habla de sus tres elementos básicos para que sea exitoso:
- Unidad: Hace referencia al propósito del mensaje, su sentido. En toda historia debe haber un objetivo. La historia siempre discurrirá desde un punto a otro.
- Verosimilitud: Implica que la historia tiene que conseguir que la audiencia se identifique con ella.
- Orquestación: Se trata de la estructura, del proceso que sigue la historia; de cómo la contamos para elaborar el mensaje que queremos transmitir. Si damos un paso en falso y se pierde la unidad o la verosimilitud, la historia perderá impacto en el receptor.
Esta técnica puede denominarse un arte, pero en manos de expertos del marketing es un oficio y como tal puede aprenderse y mejorarse.
Y es que al final de cuentas, las emociones y la intuición apelan a nuestro lado más primitivo y humano. De ahí que cada vez más marcas apuesten por el storytelling. Sean capaces de contar historias y de hacerlo bien para generar valor, mover a la gente y crecer en posicionamiento.
