¿Podría creer que un joven profesional, egresado de la Universidad de Harvard, promociona un documental sobre un caso de éxito de políticas públicas implementadas en Guatemala y que, sobre el mismo caso, una persona premio Nobel de Economía realiza investigaciones científicas? Seguramente creará que es una locura, pero es cierto.
En una visión de las políticas públicas, los resultados de la utilización de los bienes de uso común se miden en tanto estos se preservan; así la existencia de bosques, de sistemas de riesgo, de parques y otros, es un indicador del éxito de la gestión, después de años de uso, desde luego. Este enfoque requiere visiones multidisciplinarias ya que la política también es al mismo tiempo forma de vida y de cultura.
Precisamente, con ese espíritu, hace unos días se hizo público el documental “48 Cantones”, el cual puede ver en línea. En este documental se dejan ver los resultados de la política de conservación del bosque por parte de algunas comunidades de Totonicapán; se habla del X´ax C´ol, el cual es un sistema que define responsabilidades para todos y se resume, a mi criterio, en que “a todos nos toca servirnos a nosotros mismos”; y, del Pix’ab que se refiere a un sistema de aprendizaje de prueba y error a través de siglos de práctica.
Consistente con lo anterior, la premio nobel de Economía, Elinor Ostrom, ha investigado por años distintos bienes de uso común alrededor del mundo. De Guatemala, ha escrito su documento “las reglas que no se cumplen son pura palabrería” y en él se documentan los distintos sistemas de cuidados del bosque, en el cual se puede ver que los sistemas jerarquizados e incluso de alianzas público privadas no funcionan o funcionan menos eficientemente que los sistemas administrados comunitariamente.
Es paradójico que en los discursos de políticas de Guatemala se hable tanto de lo tradicional y tan poco de los casos exitosos de política que se realizan.