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miércoles, enero 15, 2025

No nos falta tiempo o porqué dejé las redes sociales

Por Mauricio Garita

Séneca decía que no nos faltaba el tiempo sino que malgastábamos el tiempo que teníamos en esta tierra. Sin duda alguna, mientras más avanzo en la vida me doy cuenta que esta expresión es una realidad.

El año pasado hice todo un esfuerzo por dejar las redes sociales. Esto significó manejar mis redes sociales públicas a través de una aplicación y crear un nuevo Facebook para no ingresar a mi Facebook anterior. Cerré completamente Twitter y cambié mi buscador para DuckDuckGo. Todo bajo un mismo propósito, utilizar el tiempo mejor.

En el espectacular libro titulado The Tao of Pooh (Audible), Benjamin Hoff nos adentra a las lecciones que contienen las historias del oso Pooh y sus amigos comparándolas con las lecciones de Lao Tze. En ella existen dos pasajes que llamaron mi atención profundamente que son relevantes para el tema:

  1. La historia de las casas de té en China.

Si se ha tenido la oportunidad de viajar a China notará que existen casas de té donde las personas discuten sin prisa. También existen cafés en toda Europa como una remembranza a las casas de té y a su vez existe una tradición inglesa que tiene que ver con un bello protocolo a través de una tasa.

Lo anterior se menciona porque en Estados Unidos el equivalente, de acuerdo a Benjamin Hoff, es la hamburguesería. Ese lugar donde todo es veloz, los minutos cuentas y los clientes entran y salen sin tomarse el tiempo de hablar.

Esto me hizo sentido porque hace unos meses en Manhattan estuve cerca de la 5ta avenida por la mañana y veía a todos apresurados de un lado a otro. Me sorprendió ver que en calles cercanas era difícil encontrar un lugar para tomar un café o un té con mesas afuera y más aún que las cafeterías reconocidas, cada persona entraba, tomaba un café y se iba. Esa velocidad de vivir es la que Hoff hacía referencia.

2. Las noticias desde el punto de vista de Pooh.

En uno de los capítulos, Pooh está sentado viendo a los pájaros y a los árboles. El autor le pregunta porqué hace eso a lo que Pooh le responde que es para comprender el mundo. El autor le sugiere que lea noticias, o que encienda la televisión si desea eso. Pooh le dice que eso no tiene sentido. El autor en su desesperación le indica a Pooh que tiene sentido, y le menciona una noticia donde un avión se accidentó muriendo algunas personas. A lo que Pooh responde, ¿y qué me dice esto del mundo?

Las dos lecciones tienen un sentido especial. La primera se basa en que muchas veces creamos este mundo de hamburguesa donde no existe tiempo para la meditación, para escribir, para pensar, para idear. Sino que lo que existe es velocidad, hacer y hacer y hacer. Así se nos escapa la vida sin hacer mucho. Sin contribuir a otros. Sin dar de nosotros a los demás.

La segunda lección se basa en las redes sociales. Les pregunto, ¿realmente las noticias nos dicen que la verdad sobre el mundo? Los fake news vinieron a comprobar que las noticias pueden ser fabricadas y que siempre tendrán un punto de vista. Qué es difícil encontrar esa noticia perfecta que sea honesta. Ya demás está también las críticas que Facebook causa adicción o depresión, que el contenido que nos dan no nos reta porque sólo busca mantenernos en el mismo sitio.

O Twitter, que tantos artículos han señalado de el exceso de odio que se vive, la cantidad de noticias falsas en las que se incurre o que la mayoría del contenido está creado por el 10% de los usuarios. Al final, no nos estamos perdiendo de mucho.

La población mundial toma, aproximadamente, 2 horas con 23 minutos para revisar sus redes sociales (fuente). Imaginemos que podríamos hacer con 2 horas 23 minutos diarios. Claro, que no todo este tiempo es continuo, sino que utilizamos redes sociales cuando hacemos una cola, cuando estamos a punto de dormir, cuando despertamos y entre tantas otras. El resultado de este comportamiento, se centra en la frase no tenemos tiempo.

Sí hay tiempo, lo que sucede es que la idea detrás de ahorrar tiempo es equívoca y pertenece al pensamiento detrás de la hamburguesería. ¿Por qué? Lo que sucede es que estamos en la época donde leemos libros resumidos, obtenemos un resumen de noticias, leemos tweets para informarnos rápidamente y todo bajo el argumento de que estamos ahorrando tiempo. El tiempo no se ahorra, una vez se vive ya se gastó.

Entonces, ¿qué quieres hacer con tu tiempo en el 2020?, ¿Quieres dedicarlo a leer noticias que en un día no tendrán relevancia?, ¿quieres seguir viendo posts de otras personas viviendo su vida?. ¿quieres ver que sucede con la vida de tu amigo pero no quieres invitarlo a que se tomen un café porque es más fácil verlo en la pared de Facebook? La decisión es de cada quien, y no está en manos de nadie juzgar. Lo que si es cierto es que no podemos argumentar la falta de tiempo cuando nos desviamos de nuestros propias metas.

Si quiere saber de las noticias, siempre se enterará de las más importantes. Si quiere saber de la vida de otros, allí está a un mensaje o una llamada. Si quiere saber de temas económicos, lea de historia financiera o económica, no se pierda en las olas cuando siempre debajo de todo evento existe la marea.

La receta puede variar pero al final 2 horas diarias son 730 horas al año, lo que es equivalente a un mes. Estamos dejando ir 1 de los 12 meses que tenemos. Piense en todo lo que podría lograr con un mes más.

 

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