La conceptualización de la externalización de los servicios públicos proviene como problema principal las crisis en varias administraciones públicas generalizado durante años. El punto de inicio sería una estratégica en formación y socialización de unos valores y una ética pública que se modernice conforme a la dinámica actual que motive a una nueva cultura organizativa.
Vale la pena destacar que los procesos neoempresariales sobre la conceptualización de la administración pública empezando por la externalización tienen características jóvenes lo que hace que sea relativamente sencillo concextualizarlos en unos valores superiores de carácter público. Es necesario tomar en cuenta que el proceso de externalización está en la fase de crecimiento y aprendizaje por lo tanto es viable encaminar las reglas del juego reales considerando la necesidad de invertir en la organización de la Administración pública en recursos de personal capacitados y altamente profesionalizados por ejemplo como el control y en evaluación especialmente en generar una nueva cultura organizativa.
Es necesario revitalizar valores públicos».
El mecanismo estratégico ideal para el funcionamiento de los valores del ámbito público se deberían de enfocar como objeto revitalizar valores públicos como la lealtad institucional, la integridad, la objetividad e independencia, la competencia profesional, la confidencialidad, el respeto a las personas y reforzar las dimensiones políticas, sociales y técnicas que permitan diseñar una “infraestructura de la ética pública”.
Los valores y la ética pública no se deber trasferir únicamente a lo interno de la institución sino que más bien que los valores trasciendan a la sociedad en su conjunto lo que se refleja en valores éticos similares en las en las organizaciones privadas que prestan servicios públicos. Es decir, los objetivos de la estrategia de reestructuración y la nueva conceptualización del sector público están relativamente definidos pero, en cambio, no sucede lo mismo con el proceso que contribuya a su obtención. Una vez consolidada una cultura organizativa que se considera idónea se pueden utilizar instrumentos orientados a mantener vivos los valores e ideología de la organización.
