Dr. Virgilio A. Cordón
“La ética va mucho más allá de un corolario de valores y buenas intenciones. Es algo que se moldea desde la alta gerencia”.
La ética se considera un tema de conocimiento difícil, a pesar de que es parte de nuestro día a día y una necesidad tanto para organizaciones como personas. Usualmente la ética se utiliza para calificar acciones humanas como buenas o malas lo que a su vez nos permite valorar la calidad de las personas. Por lo tanto, concluimos que la ética proviene de un sentido humano. Etimológicamente viene del griego “ethos”, que significa modo acostumbrado de obrar. Si estos modos nos vuelven más humanos… se convierten en virtudes. Así pues la ética busca fortalecer las cualidades del ser humano para que sea una mejor persona y alcance la excelencia, lo cual debe ser un proceso natural porque tenemos la capacidad de diferenciar entre lo bueno y lo malo.
“La ética en las organizaciones comienza en el momento que decidimos contratar a personas honradas, íntegras y leales”.
Hay varios efectos directos por la actuación ética de las personas en las organizaciones:
1) Colaboradores motivados: Una cultura que fomenta políticas y prácticas que responden a valores es indudablemente un ambiente positivo de trabajo, a diferencia de un clima en donde los chismes, rumores, calumnias y desprecios entre los compañeros están a la orden del día.
2) Parte de las habilidades a evaluar: Actualmente en las organizaciones ya no simplemente dictan el modelo los gerentes de alto nivel, sino que todos los niveles requieren de valores y hábitos morales (que les provean prudencia, madurez y justicia) en las decisiones que toman en sus áreas respectivas.
3) Cultura organizacional sana: Ya que la cultura depende de las personas que conforman la organización y del nivel de su calidad ética. Cuando hay valores las personas buscan el crecimiento justo de todos, de lo contrario se dan luchas personales o ambientes poco colaborativos.
4) Creación de una buena imagen: Nadie puede negar el hecho de que una empresa que es leal y honrada tiene muchas ventajas competitivas y que los clientes potenciales las prefieren para minimizar sus riesgos. Al cumplir sus promesas, la calidad ofrecida y un buen servicio al cliente son simples formas de demostrar ética profesional. Y finalmente,
5) Confianza: Los clientes además de la confianza en las habilidades técnicas de su proveedor, se requieren de la confianza ética, que implica el saber que se actuará de buena intención y de forma convenientemente predecible para ambos. No se puede generar éste tipo de confianza si se pretende actuar de forma individual y sólo en función de sus intereses organizacionales.
Cuando se desarrolla la confianza en una organización (a través de sus colaboradores) surge la lealtad de clientes e inversionistas aumentando el valor de la misma automáticamente. Otro efecto de la confianza es el liderazgo, ya que se basa en la aceptación de la autoridad de alguien. Un buen líder se reconoce porque sabe aplicar de forma correcta el poder y que utiliza para el servicio de los demás y no para provecho personal. Además, se fomenta el trabajo en equipo ya que la confianza provoca la disposición de ayudar para alcanzar el objetivo a mediano o largo plazo. Éxitos.