María Renée Estrada
En el marco de la convocatoria realizada por el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, para la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios 2021, la cual busca sensibilizar a la opinión pública mundial y entablar compromisos y medidas mundiales que transformen los sistemas alimentarios, no solo para erradicar el hambre, sino también para reducir la incidencia de las enfermedades relacionadas con la alimentación y curar al planeta.
Los países de las Américas acordaron una acción conjunta para asegurar que los productores agrícolas de la región estén debidamente representados en dicho foro global y se reconozca su papel central para la alimentación, jerarquizando la actividad agropecuaria, que debe ser parte de las soluciones a los desafíos enfrentados en el mundo. La pre-Cumbre se llevará a cabo del 26 – 28 julio 2021 en Roma, Italia.
Según Guterres, el modo en que se producen, elaboran, distribuyen, consumen y desperdician los alimentos ha sufrido profundos cambios en las últimas décadas que hacen peligrar crecientemente la sostenibilidad, la equidad y la seguridad de la alimentación en el futuro.
Por tal razón, el llamado a la acción conjunta de la región americana fue plasmado a través de un documento consensuado y presentado el pasado 28 de junio 2021 por el ministro de Desarrollo Agropecuario de Panamá, Augusto Valderrama, en la sesión de uno de los órganos de gobierno del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
En dicha reunión, conducida por el ministro de Agricultura y Ganadería de Paraguay, Moisés Santiago Bertoni, representantes de 31 países refrendaron el documento “Principales mensajes en camino hacia la Cumbre de la ONU sobre Sistemas Alimentarios, desde la perspectiva de la agricultura de las Américas”, haciendo propio un trabajo coordinado por el organismo del Sistema Interamericano especializado en desarrollo agropecuario y rural.
¿Cuáles son algunos de los principales mensajes en camino hacia la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios, desde la perspectiva de la agricultura de las Américas, vertidos en el documento creado por el IICA?
1. Transformación de los sistemas agroalimentarios
- Los productores agropecuarios y los trabajadores de los sistemas alimentarios son un eslabón imprescindible y central. Sin producción agropecuaria, no hay materias primas que se transformen en alimentos y, por lo tanto, se pone en serios riesgos la seguridad alimentaria. La agricultura es central para la erradicación de la pobreza, el desarrollo rural y brinda servicios ecosistémicos claves para el logro de sistemas alimentarios sostenibles.
- La transformación de los sistemas alimentarios globales debe ser equilibrada en relación con: la capacidad de aumentar la producción y variedad de alimentos; sanidad e inocuidad; diversidad y calidad nutricional; y sostenibilidad ambiental, económica y social. No existe un modelo único y los equilibrios y trade-offs serán distintos en cada país y subregión, por lo que importa que las transformaciones se lleven a cabo gradualmente según las responsabilidades, realidades y las particularidades de cada uno.
- El comercio internacional abierto, transparente y previsible es central para un sistema alimentario global eficiente y debe regirse por la normativa multilateral, con el fin de promover la liberalización agrícola y reducir las restricciones arancelarias y no arancelarias.
- El sistema multilateral debe desempeñar un rol cada vez más activo para limitar y reducir la distorsión del comercio y la producción y velar por la adopción y aplicación de medidas sanitarias y fitosanitarias basadas en ciencia.
2. La demanda de los consumidores y aspectos nutricionales
- Las decisiones sobre qué consumir deben dejarse al consumidor, el Estado debe educar e informar a través de campañas de prevención en resguardo de la salud pública, fundamentadas en información actualizada y evidencia científica.
- El deseable y necesario aumento del consumo de frutas, legumbres y hortalizas solo será posible mediante un notable esfuerzo en la producción y educación de la población para el consumo dichos productos y en la logística para su comercialización.
3. Las estrategias de producción y asuntos ambientales
- La economía circular y la bioeconomía, que implican un enfoque en el uso eficiente de los recursos y la reducción y reutilización de los desperdicios de la producción agropecuaria para la producción de otros bienes, y la inversión en investigación y desarrollo (I+D) son elementos claves en este nuevo escenario.
- La producción agropecuaria debe avanzar hacia sistemas sostenibles que propicien un balance entre la emisión de carbono y su captura y que consideren las externalidades positivas resultantes de los servicios ecosistémicos, para lo cual se requieren sistemas que los cuantifiquen y que propicien su capitalización.
- Lograr un sistema alimentario más equilibrado y eficiente requerirá un plan de inversiones para el desarrollo de tecnología e infraestructura de producción, transporte y logística de gran magnitud. Los Estados deben invertir en infraestructura básica y bienes públicos, sobre los cuales luego los actores privados puedan destinar sus inversiones (alianzas público-privadas). Estos esfuerzos exigirán un importante apoyo de la cooperación y el financiamiento internacionales.
- El rol de las Américas
- Las Américas contribuyen a la seguridad alimentaria y nutricional global, al ser la principal región exportadora de alimentos y la mayor proveedora de servicios ecosistémicos y reserva de biodiversidad. Desempeña un rol fundamental en la sostenibilidad ambiental y en la mitigación de los efectos del cambio climático a escala mundial.
- Los productores agropecuarios están en el centro de los sistemas agroalimentarios de las Américas, con una gran diversidad de sistemas y planteamientos productivos, incluyendo la agricultura familiar, es esencial que participen en el debate y el diseño de las estrategias diferenciadas a implementar.
- La situación de inseguridad alimentaria con implicaciones sociales, económicas y ambientalesque afectan al Triángulo Norte Centroamericano merece una atención especial.