Por Ninoshka Linde
En el año 2013, la firma internacional Tholons realizó un estudio sobre el potencial de la industria de Call Centers y BPO en Guatemala. Indicó que podría triplicar su tamaño. Su potencial era llegar a generar 100 mil empleos para el 2019. Subrayaba que la forma de lograrlo era poner en práctica una estrategia agresiva de enseñanza del idioma inglés en la población en edad de trabajar.
Tholons tenía razón. Las empresas de Call Center han crecido al nivel que el estudio lo indicaba. Sin embargo, al no encontrar suficientes personas con dominio del idioma inglés en Guatemala, han debido buscar otros países de la región donde hacer crecer sus negocios. Guatemala logró captar 45 mil de esos empleos, pero no más. Los grandes ganadores, los países en Centroamérica y el Caribe que han puesto en marcha planes para educar en el bilingüismo como estrategia para atracción de inversión extranjera directa. Es el caso de República Dominicana, Honduras y Colombia, entre otros.
¿Y a nosotros los guatemaltecos, qué nos queda como resultado? Nos queda el triste sabor de boca del letargo, de la falta de visión, de no haber hecho lo suficiente para brindar una mejor vida a través de la generación de empleo a 165 mil guatemaltecos (empleos directos e indirectos), además de los 260 mil familiares que habrían sido impactados directamente por estos ingresos. Asimismo, el Estado dejó de percibir 8 mil millones de quetzales en IVA, ISR, IGSS e INTECAP. ¡Vaya oportunidad la que dejamos pasar!
Aún más triste y frustrante, es que, sabiéndolo, seguimos adormecidos, y no nos movemos para potenciar el aprendizaje del idioma inglés como herramienta de generación de empleo. En estos últimos cinco años nuestros vecinos si lo han hecho (Panamá, Costa Rica, Honduras y Colombia) llevándose el progreso y al trabajo a casa.
¿Qué nos pasa? ¿Cómo podemos dejar pasar estas oportunidades cuando todas las encuestas indican que el principal problema percibido y vivido por los guatemaltecos es la falta de empleo? ¿Cómo podemos ser tan ciegos cuando claramente se ha definido que Guatemala como país necesita generar 700 mil empleos por año al 2032* y sólo genera alrededor de 20 mil? Tomen nota, necesitamos generar 1800 empleos por día, ¿Qué vamos a hacer? ¿Dónde está el plan país para lograrlo?
La industria de Call Centers y BPO decidió aportar y crear un proyecto piloto para demostrar los resultados que en el corto plazo podrían generar la capacitación del idioma ingles en la generación de nuevos empleos. Los resultados son contundentes. En 36 meses se capacitó a 4000 jóvenes, se generaron 10 mil empleos, se benefició a 26 mil personas, se generaron 172 millones de quetzales en impuestos. Es un claro caso de éxito que valida la hipótesis; en el corto plazo se puede lograr la generación de capacidades de inglés en los jóvenes en edad de trabajar, y de cada trabajo se benefician las familias, el estado y la empresa privada, en el circulo virtuoso de generación de empleo, que además frena la migración.
Alguno pensará, ¿pero porque debemos de apoyar el inglés para que solamente crezca una industria? El inglés como herramienta de trabajo serviría para las industrias con mayor potencial de crecimiento en Guatemala, para los sectores que se han priorizado como generadores de empleo en el país según la agenda nacional de competitividad, como es el sector turismo, ITO y tercerización de procesos de negocios.
Aún hay esperanza y podemos obtener un quick win para el país, el cual, integrado a una estrategia de atracción de inversión extranjera, potenciaría el crecimiento para Guatemala. Lo más importante, la inversión es mínima, la implementación rápida y los resultados comprobados.
En nuestro país, cada año concluyen los estudios de diversificado alrededor de 180 mil jóvenes, todos en edad de trabajar y la gran mayoría sin capacidad de perseguir una educación universitaria, solamente el 7% de ellos podrán optar por ello, el resto necesita un trabajo. El reto es que únicamente 20 mil lo encontrarán, lo que se aúna a los altos niveles de subempleo, 68% de la población ocupada (PEA) encuentra en la informalidad, y los salarios bajos (84% son s iguales o menores al salario mínimo).
Si lográramos capacitar a los jóvenes en el dominio del inglés mientras se encuentran en los últimos dos años de estudio, en 4 años estaríamos generando alrededor de 700 mil personas capacitadas para trabajar.
La propuesta: inglés como herramienta de trabajo por los 20-30 meses de estudio, acompañado de habilidades blandas, uso de herramientas de Office, y lo básico de codificación, con ello se lograría tener el recurso humano preparado para lograr el 30% de la meta de generación de empleo del país para el 2032.
Si a este esfuerzo se une a capacitación técnica intensiva para las habilidades del nuevo milenio con el liderazgo de INTECAP, en el corto plazo podríamos darle la vuela a nuestra bomba demográfica y convertirla en nuestra principal fortaleza. Impactando nuestra economía de maneras nunca antes vistas.