Esta semana, el Banco Mundial (BM), presentó sus Perspectivas Económicas de 2020. En el documento se afirma que el ingreso per cápita disminuirá en todas las regiones y que las naciones más desarrolladas podrían enfrentar la peor recesión desde la II Guerra Mundial.
María Renée Saravia
La pandemia “hunde a la economía mundial en la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial”, afirma el informe del BM, donde se afirma que en todas las regiones del mundo disminuirá el ingreso per cápita en un 3.6%, lo que “empujará a millones de personas a la pobreza extrema este año”.
Además del impacto “súbito y generalizado de la pandemia del coronavirus”, la suspensión de actividades implementada para su contención, motivaron la contracción económica que, según prevé el BM, se reducirá un 5.2% este año.
Otro dato alarmante es que “por primera vez desde 1870 en que tantas economías experimentarían una disminución del producto per cápita”. La actividad económica de las economías avanzadas se contraerá un 7% este año y se espera que las economías en desarrollo y mercados emergentes se contraigan un 2.5%, “su primera contracción como grupo en al menos 50 años”, expone el informe.
La vicepresidente de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones del BM, Ceyla Pazarbasioglu, dijo: “Las perspectivas dan mucho que pensar, ya que es probable que la crisis deje cicatrices difíciles de borrar y que plantee complejos desafíos mundiales” y agregó: “Nuestra primera prioridad es abordar la emergencia mundial en materia sanitaria y económica. Más allá de eso, la comunidad mundial debe unirse para lograr una recuperación lo más sólida posible e impedir que más personas caigan en la pobreza y el desempleo”.
“La recesión ocasionada por la COVID-19 es singular en varios aspectos, y es probable que sea la más profunda para las economías avanzadas desde la Segunda Guerra Mundial y la primera contracción del producto en las economías emergentes y en desarrollo en al menos los últimos seis decenios”, dijo Ayhan Kose, director del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial.
Kose añadió: “No existen registros de correcciones a la baja tan súbitas y drásticas de los pronósticos de crecimiento mundial como las que se han visto en la época actual. Si el pasado sirve como referencia, los pronósticos podrían empeorar aún más, lo que implica que los encargados de formular políticas deben prepararse para la posibilidad de tener que adoptar medidas adicionales para apoyar la actividad”.
Otro indicador mencionado en el informe es la economía informal como un elemento que podría incrementar las consecuencias sanitarias y económicas en países donde la informalidad está generalizada. “La pandemia está causando estragos en los planos económico y humano en los países más pobres”, expone el texto. En cuanto a las consecuencias macroeconómicas regionales, señala que: “América Latina y el Caribe: Las perturbaciones originadas por la pandemia harán que la actividad económica se desplome un 7,2 % en 2020”.