Como todo en este mundo, llega un momento en que la evolución y adaptación al cambio se hacen presentes en todos los ámbitos de la vida, sin importar la generación a la que pertenezcas. Primero encontramos la tendencia coworking, donde algunas empresas se percataron que los empleados son más eficientes en diversos espacios de trabajo que en un punto fijo.
Ahora con la evolución social y generacional que vivimos, nos encontramos que además de existir estos centros de trabajo, surge la alternativa co-living, donde los emprendedores han comenzado a vivir en comunidades que cuentan con todas las comodidades para poder estar y trabajar en un solo sitio.
La tendencia de co-living consiste en la adaptación de las nuevas generaciones de profesionistas a vivir en comunidad. Además de compartir los centros laborales, ahora la generación millennial, en su mayoría, ha dado un paso adelante y comienza a transformar la manera de coexistir, con ello un grupo de personas deciden compartir, digamos de cierta forma, las áreas comunes de un hogar como cocina, sala, área de lavado y demás en estos nuevos espacios.
Este estilo gira en torno al entendimiento de la sociedad y va más allá de la vida personal y laboral, la dinámica de co-living retoma el concepto de nómada cuyo objetivo principal es evitar el gasto innecesario como el tiempo en traslado al lugar de trabajo y con ello incentivando el networking y conviviendo con compañeros sin que tengas la necesidad de desplazarte. Los usuarios de esta nueva forma de trabajar y vivir pueden llevar su empresa a cualquier sitio creando conexiones personales y profesionales que con el paso del tiempo reditúan en experiencias con alto nivel de aprendizaje.
Esta tendencia la hemos podido observar en ciudades como Nueva York, Londres, Ámsterdam y Berlín, hablamos de ciudades de primer mundo, con gran desarrollo y cosmopolitas. Esto genera la necesidad de encontrar gente afín, con objetivos en común o por lo menos facilitar las relaciones personales en un país totalmente nuevo.
Esta predisposición, que poco a poco va abarcando al mundo, es una expresión de las nuevas generaciones que en muchas ocasiones prefieren rentar el uso de bienes en lugar de generarse una deuda a mediano-largo plazo como lo son los autos y casas. Considerando que la generación que está haciendo uso de esta nueva forma de vida en ocasiones no cuenta con una posición económicamente estable y busca experimentar esta forma de convivencia maximizando los recursos y lo más importante, el tiempo.
Los nuevos centros de co-living son una mezcla de hostales y centros co-working, con la diferencia que en estos lugares la rotación de gente es muy baja y puedes tener mayor confianza sobre el cuidado de tus pertenencias. Vale la pena destacar que en estos centros el periodo de renta mínimo es de seis meses y en ocasiones y dependiendo de las necesidades que tengas incluyen servicios como luz, agua, gas, Wi-fi, limpieza, cajones de estacionamiento, e incluso, la posibilidad de tener baño propio.
Si nos apegamos tal cual al concepto de co-living, podemos decir que esta forma de vida refleja la libertad para laborar sin estar sujetos en lugar en específico, que hasta el momento se demuestra un aumento en la productividad de los empleados y en ocasiones una mejora en el estado de ánimo que presentan día con día. En la actualidad podemos ver cómo todas las industrias se van adaptando a los nuevos usos y costumbres que requiere el mundo, unas más lento que otras, sin embargo poco a poco la tecnología jugará un papel indispensable en esta evolución industrial.
Así como el co-living, poco a poco estaremos experimentando nuevos fenómenos sociales y de adaptación que hoy en día nos podrían parecer complicados de entender, pero en unos años será lo más normal para las nuevas generaciones. La adaptabilidad y el recambio generacional es indispensable para avanzar en un mundo lleno de tecnología donde cada día el público es más específico y selecto en la toma de decisiones.
Fuente: Entrepreneur
Fuente Fotográfica: Entrepreneur