Vivir del arte es una tarea complicada pero no imposible. Emiliano Manuel nos cuenta cómo a través de su realismo simbólico ha logrado emprender en el mundo artístico.
Por: María André de la Parra
¿Quién es Emiliano Manuel?
Me considero a mí mismo un personaje. Pero como todo personaje, es algo construido. Creo que todos los artistas son, en gran parte, una imagen proyectada, lo cual no es algo negativo. Para que tu vida entera sea crear, tu manera de vivir tiene que ser creativa, y eso es algo que se construye. He construido un personaje, me lo creo y lo vivo.
“El artista no es más que su personaje”.
¿Qué implica ser un artista?
Ser artista es como cualquier otro trabajo en el sentido práctico. Estás brindando un servicio y un producto, la diferencia es que nadie lo necesita como tal. Ser artista involucra crear una buena obra a nivel técnico y hacer una obra consistente y pesada, es decir, debe tener contenido.
¿Cómo definirías el arte?
Es la reinterpretación selectiva de aspectos de la realidad a través de la belleza. Es una reinterpretación porque es algo que se hace desde un punto de vista personal, es selectiva porque es arbitraria y el toque de belleza, a nivel estético, es lo que hace que se considere arte.
¿Qué obstáculos existen para la comercialización del arte en Guatemala?
Es cuestión de prioridades. En un país en el cual muchos niños se mueren de desnutrición crónica, comprar arte jamás será una prioridad.Es un reto para los artistas hacer que su obra sea relevante en un contexto tan complicado como lo es Guatemala. Estoy convencido de que todas las personas necesitan arte en su vida, pero no todas necesitan comprar arte.
¿Cómo ser emprendedor en el mundo artístico?
Un artista debería de ser emprendedor. Los mejores artistas son los que no lo hacen únicamente de hobby, ellos respiran arte y creación. Me considero más un emprendedor que un empresario, y eso se debe a que soy muy mal administrador. Un artista tiene que ser identificable y eso es lo más difícil. Hay una parte de mí que ya está bien identificada, que es todo lo que tiene que ver con mi pensamiento crítico. Considero que las personas saben quien soy pero hace falta que me reconozcan por mi obra.
¿Cuál es tu mayor cualidad?
Mi mayor cualidad es reconocer mis defectos, aceptarlos y usarlos a mi favor. Por ejemplo, el desorden lo he aprendido a convertir en motor de ideas. La actitud de impuntual me ha enseñado a terminar las cosas rápido, porque generalmente soy impuntual por querer hacer demasiado. La impulsividad me ha ayudado a ser espontáneo y auténtico. Poco a poco he ido convirtiendo esos defectos administrativos en motores de creación.
¿De qué se trata tu última exposición?
Es una exposición que cuenta historias intimas de las personas a través de aspectos insignificantes como lo son sus gustos y sus disgustos. Estoy convencido de que se puede conocer mucho de una persona a través de este tipo de aspectos.
¿Consideras que es la mejor exposición que has creado?
Sí, pero no a nivel técnico. Considero que es la mejor exposición que he montado por otros aspectos; primero, porque es la exposición con mayor unidad y más identidad que he hecho, la gente la reconoce.; segundo, por la magnitud, tanto en el tamaño de la producción como el alcance mediático; tercero, por el propósito, porque sé lo que quiero lograr con esta exposición: expandirla a nivel internacional.