Cuando no está ocupado trabajando en la empresa que cambió el Internet para siempre, el cofundador de Google Sergey Brin tiene hobbies muy interesantes: frisbee, buceo con trampolín y volar en trapecio, por nombrar algunos.
El emprendedor digital motiva a su equipo a divertirse y hacer actividades físicas divertidas, y es conocido por llevar a los empleados de Google a eventos en el Circus Center, un espacio de entrenamiento en San Francisco en donde la gente puede aprender hobbies con una alta dosis de adrenalina, como, sí, adivinaste bien, volar en trapecio.
Pero hemos llegado a un punto en el que los hobbies tienen una mala reputación, son percibidos como la antítesis de la rutina, es decir, lo que se necesita para triunfar en los negocios. Por eso es tan importante recordarnos los beneficios de las actividades de esparcimiento y de los nuevos hobbies (en caso de que no tengamos ninguno todavía).
Primero, revisemos el estado de equilibrio entre nuestro trabajo y la diversión.
Estamos más cargados de trabajo que nunca, pero ¿por qué?
En un ensayo escrito para el New York Times en 1957, Erik Barnouw observó que “el incremento en la naturaleza automatizada de los trabajos junto con la reducción de la semana laboral lleva a los trabajadores a buscar la satisfacción, significado y expresión no en el trabajo, sino en las actividades fuera de éste”.
Conforme el trabajo se fue facilitando, el entretenimiento se hizo más importante, una tendencia que continúa hasta nuestros días. Pero desde la publicación del artículo de Barnouw, la naturaleza del trabajo ha cambiado, pasando de una necesidad a una pasión, y el resultado es que pasamos más horas en la oficina.
El escritor de The Atlantic Derek Thompson explica:
“Las personas ricas y educadas, en especial los hombres, trabajan más de lo que trabajaban hace décadas. Desde la adolescencia son motivados a hacer de su pasión una carrera y, si no tienen una vocación, se les dice que no deben desistir hasta encontrar una”.
En lugar de aprovechar el tiempo libre que la tecnología nos ha dado, muchas personas están trabajando más que nunca porque, en su opinión, su trabajo los define.
Al mismo tiempo, la fatiga está más presente que nunca. Un estudio reciente de Gallup en el que encuestó a 7,500 empleados de tiempo completo encontró que 23 por ciento reportaron sentirse fatigados en el trabajo siempre o casi siempre, y 63 por ciento dijeron experimentar estos sentimientos en varias ocasiones.
La Organización Mundial de la salud incluyó la fatiga a su Clasificación Internacional de Enfermedades, describiéndola como un síndrome “resultado del estrés crónico en el trabajo que no ha sido manejado exitosamente”.
En un nivel más alto, la fatiga está pasando factura en la fuerza laboral. Un estudio encontró que 95 por ciento de los líderes de recursos humanos están de acuerdo en que la fatiga está saboteando la retención de empleados. E investigadores de la Harvard Business School estimaron que el estrés laboral cuesta entre $125 y $190 mil millones de dólares anuales, cifra que en Estados Unidos representa entre 5 y 8 por ciento del gasto nacional en servicios de salud.
Aquí es donde entran los hobbies, porque pasar tiempo en actividades no relacionadas al trabajo que podamos disfrutar puede ser el antídoto a la fatiga y al estrés, ademas de ofrecernos una variedad de beneficios que también se relación con tu carrera.
La forma en la que un hobby puede ayudarte a moverte mejor
1. Inspiración
Cada verano paso varias semanas en la granja de olivos que tiene mi familia en Turquía para la cosecha anual. Recolectar aceitunas no tiene relación alguna con mi empresa JotForm, sin embargo, he tenido algunas de las mejores ideas justo ahí, en mis vacaciones, o incluso regresando de ellas.
Esto es porque las actividades no relacionadas con el trabajo pueden inspirarnos a ver las cosas desde otra perspectiva. Piensa en la luna: antes de Galileo, el pensamiento común era que la superficie lunar era plana. Pero como Galileo experimentó con la pintura, donde aprendió a representar objetos en 3D sobre un lienzo plano, se dio cuenta de que las sombras en la cara de la luna indicaban que su superficie era rugosa e incluso montañosa.
2. Productividad
Los hobbies también pueden aumentar nuestra productividad a través de su efecto restaurador. Carol Kaufman, fundadora y directora del Instituto de Coaching de la Harvard Medical School, explica “cuando realmente te involucras con un hobby que te gusta, pierdes el sentido del tiempo y entras en un estado de flujo que restaura tu mente y tu energía”.
Si nos damos tiempo para divertirnos y nos permitimos recuperarnos de nuestros demandantes trabajos, regresamos súper cargados, con una sensación de motivación renovada.
3. Desempeño
Las actividades de esparcimiento pueden tener un impacto positivo en los aspectos más críticos de nuestro desempeño laboral. Por ejemplo, leer estimula el área del cerebro asociada con el lenguaje y la inteligencia. Dibujar mejora la memoria en un 29 por ciento.
El psicólogo organizacional Kevin Eschleman de la Universidad Estatal de San Francisco, enfoca su investigación en los efectos psicológicos de actividades creativas y no laborales, y encontró que las búsquedas creativas tienen un efecto directo en factores como resolución de problemas y las ganas de ayudar a otros en el trabajo.
Las actividades físicas también mejorar nuestro desempeño laboral. Investigaciones neurocientíficas han demostrado que el ejercicio cardiovascular, como ciclismo o caminata, mejoran el desempeño mental y cognitivo.
4. Humor
Y como todo sabemos, los empleados felices son mejores empleados. Una investigación realizada por Shawn Achor, autor de The Happiness Advantage, muestra que los empleados felices son 20 por ciento más productivos. Sobre todo los vendedores felices, quienes aumentan sus ventas en un 37 por ciento.
Espero que para este momento, los beneficios de tener un hobby te estén inspirando a hacerte un poco de tiempo en tu agenda. Lo único que queda es decidir qué hobbies desarrollar.
Tips para elegir un nuevo hobby
Empieza con algo pequeño, y de preferencia, cuando eres pequeño. Redescubrir actividades que disfrutabas de niño es una forma sencilla de elegir un hobby. Además aumenta la probabilidad de hacer algo por el simple gusto de hacerlo, en lugar de por los beneficios que puede traerte.
Cuando era niño, siempre quería que fuera la época de cosechar aceitunas, y por eso, ahora que soy adulto, me doy tiempo para realizar esta actividad. Ya sea cosechar o jugar video juegos, dibujar o jugar tennis, si buscas entre los hobbies de tu niñez, probablemente te sigan haciendo feliz el día de hoy.
El Dr. S. Ausim Azizi, presidente del departamento de neurología en la escuela de medicina de la Universidad de Temple, en Filadelfia, explicó: “Cuando la gente hace cosas que los hacen sentir bien, como un hobby, se activa un área del cerebro llamada núcleo accumbens, que controla la forma en la percibimos la vida”.
O busca una actividad que se relacione con una parte completamente nueva de tu cerebro. Por ejemplo, si trabajas con números y hojas de cálculo, considera estudiar un nuevo idioma. Si siempre estás conociendo gente nueva, considera algo que te exija pasar tiempo solo, como volar un papalote. Este entrenamiento “cruzado” mejorará tu agilidad mental.
Y asegúrate de elegir una actividad que disfrutes de manera genuina, porque esto te ayudará a entrar en este estado de flujo continuo. Pregúntate, ¿cuándo fue la última vez que estuviste tan clavado en algo que se te olvidó comer? Ese es el tipo de actividad que te permite fluir.
Encontrar tiempo para tener un hobby no es fácil. Hacerlo por el simple hecho de disfrutar nos hace sentir culpables. Pero es justamente este tipo de actividad no relacionada con el trabajo lo que más puede ayudarnos en el trabajo. Con la energía renovada y una perspectiva más amplia, estamos mejor equipados para hacer más cosas e innovar.
Encuentra un nuevo pasatiempo que ames, y no descartes el trapecio hasta que lo hayas intentado.
Fuente: Entrepreneur