Al liderar un proyecto o emprender algo podemos tomar actitudes que, lejos de beneficiarte a ti y a tu equipo, podrían ser contraproducentes.
Muy pocas personas que son controladoras saben que lo son, de hecho, los controladores creen que están ayudando con sus “críticas constructivas” o al hacerse cargo de proyectos porque piensan que “nadie va a hacer las cosas bien”, excepto ellos. ¿Te suena familiar?
Las personas con este tipo de características carecen de pensamientos realistas e intentan controlar la situación tratando de controlar a otras personas, por ejemplo, creen que serán más felices si el otro cambiara cosas acerca de sí mismo, juzgan la conducta de los demás y llaman la atención hasta que el otro cumpla sus expectativas.
Cambian lo que son o lo que creen para que las personas lo acepten, en vez de simplemente ser ellos mismos, entre otras cosas.
Recuerda que el camino para tener mejores relaciones interpersonales siempre empieza contigo. En vez de tratar de controlar a todos los demás, trabaja en convertirte en una mejor versión de ti: asume la responsabilidad de tu propia felicidad, acepta la confrontación y la incertidumbre; no olvides ser realista acerca de las expectativas que tienes de los demás.
Fuente: Entrepreneur
