Bill Gates, fundador de Microsoft y uno de los hombres más ricos del planeta, suele hablar sobre la importancia de haber sido pupilo de Warren Buffet, dándole el crédito de haberlo ayudado a aprender cómo manejar las situaciones difíciles. Gates es un gran defensor de la mentoría y en alguna ocasión dijo “Todos necesitamos tener gente que nos de retroalimentación, es la forma en la que podemos mejorar”.
Aunque Gates y otros emprendedores notables promocionan los beneficios de la mentoría, en mi vida creía, de alguna forma, que podría tener éxito sin ayuda de nadie. Desde que me acuerdo, siempre he sido el tipo de persona que intenta hacerlo todo solo. Cuando era joven, me alejé de los deportes en equipo como el béisbol o el fútbol para entrar en deports individuales como el tennis y el karate. A los 22, cuando empecé mi primera empresa, intenté hacerlo sin un mentor, y fracasé.
En enero de 2014 lancé oficialmente mi empresa de viajes de aventura, The Explorer’s Passage, en la expo de viajes del New York Times, la expo de viajes más grande de Estados Unidos. Algunas de las empresas más grandes de la industria turística se exhibían junto a mi. Para mi sorpresa, después de que pasaran miles de asistentes, el tercer y último día, me dieron el premio a Mejor Booth Pequeño de la exposición, el mejor entre 400. Pensé “Ya la hice, mis ventas se van a ir al cielo. ¡Todo mi esfuerzo se verá recompensado!”
Pero ese lunes, en lugar de que el teléfono sonara hasta cansarse o de que me inundara en correos electrónicos, no había nada. ¿Cómo es posible? Pensé. Tenía lo que yo pensaba que era un producto extraordinario, y había tenido el stand más ocupado en la expo. Seguí avanzando, intentando cada estrategia de marketing que se me ocurría. Me seguía diciendo que ya se me ocurriría algo mejor.
Desafortunadamente, a pesar de trabajar muchas horas, de trabajar por las noches y los fines de semana, la gente seguía sin necesitar mis servicios y así fue durante 18 meses. Estaba a punto de darme por vencido cuando la respuesta a por qué las cosas no estaban saliendo como las había planeado me llegó tras una conversación con un amigo: Tal vez, yo era el problema. Necesitaba cambiar.
Nunca me gustó pedir ayuda o consejo, la mayor parte de mi vida me las ingenié con trabajo duro y determinación, pero me di cuenta de que esta forma de pensar no funcionaría en mi vida de emprendedor. Sabía que necesitaba ayuda para que mi empresa tuviera éxito. Así que creé mi propia junta personal de consejeros: un equipo de gente con la que rebotar ideas, que me ayudaran a crecer y que no tuviera miedo de darme retroalimentación honesta y directa. No pasó mucho tiempo después de que empecé a trabajar con mi equipo y las cosas empezaron a cambiar, generando las primeras ventas.
Es un tanto irónico: las personas que emprenden suelen hacerlo todo solos. Sin embargo, esta misma característica es la que puede evitar que triunfen. Es desafortunado que mucha gente piense que pedir ayuda es señal de debilidad cuando en realidad, es todo lo contrario. Pedir ayuda es un paso valiente y una gran fortaleza de un buen líder. Muchos emprendedores exitosos dicen que trabajar con mentores y coaches les ha ayudado en sus carreras, y no sólo al principio sino en todo momento.
Mary Barra, CEO de General Motors, es una firme creyente de rodearte de una red de mentores. Barra ha dicho “Algunos directores le dan el crédito a uno o dos personas clave que los han ayudado a tener éxito, pero yo creo que una mentoría efectiva requiere de toda una red de personas”. También ha ofrecido consejos sobre cómo construir esa red: “Cuando construyas tu red de mentores, sé honesto sobre tus objetivos a mediano y largo plazo, y lo dispuesto que estás a trabajar por ellos. Luego ve con la gente que más te conoce y que mejor conoce tu trabajo”.
Esto es lo que he aprendido aprovechando la experiencia de otros.
Encuentra un mentor que sea o haya sido exitoso en tu industria
Cada industria tiene retos diferentes. Trabajar con alguien que haya pasado suficiente tiempo en tu espacio puede ahorrarte ciertos errores. Un veterano de la industria con experiencia puede tener muchos contactos y saber la forma en la que se opera, además de poder guiarte a través de las aguas. Yo he trabajado y sigo trabajando de cerca con varios veteranos en la industria de turismo de aventura y sus consejos han sido fundamentales para el éxito de mi negocio.
Trabaja con un coach de negocios que tenga experiencia empresarial
Aunque un coach de negocios puede agregar valor, en mi experiencia es fundamental que trabajes con alguien que haya vivido lo mismo que tú. Un emprendedor sabe cómo construir un negocio desde cero, piensan diferente a los trabajadores convencionales y saben encontrar formas de resolver problemas complejos. En los últimos cinco años he trabajado con coaches extraordinarios que son emprendedores, y como resultado de nuestro trabajo pude ver cómo el valor y los beneficios han ido aumentando de manera drástica a lo largo del tiempo.
Trabaja con alguien que tenga fortalezas y debilidades
Cuando algo no funciona en la vida o en los negocios, la gente quiere culpar a los demás. Yo solía hacerlo al inicio, diciéndome cosas como: Es la economía. Los clientes no entienden mi producto. Es mala suerte. Pero en ocasiones, somos nosotros el problema. En esos casos, si no cambiamos, nuestras empresas no van a funcionar.
Es fundamental trabajar con alguien que pueda descubrir la parte interna de ti que te está estancando. Una gran parte de tu negocio está en tu psicología. De hecho, Tony Robbins cree que la psicología juega un papel fundamental el éxito de tu negocio. Él cree que el éxito de un negocio es “80 por ciento psicología y 20 por ciento habilidades”. Entre más pienso en esto, más me involucro en mi desarrollo personal, algo que me ha ayudado a superar mis limitaciones. Si alguien ha tenido éxito en un negocio similar al tuyo, ¿por qué tú no? La respuesta es que ellos hicieron o están haciendo algo que tú no. Descubre qué es y considera hacer un cambio.
Hoy en día, entre más grande quiero que sea mi negocio, más trabajo con mi “equipo”. Personalmente, he visto una correlación directa entre esta estrategia y el éxito de mi negocio. Escuchar las opiniones de gente inteligente en la que confías puede descubrir cosas que habías pasado por alto. Esto puede ser la clave para llegar a nuevos niveles. Escucha nuevas ideas, escucha sugerencias y lo más importante, escucha las críticas de manera abierta. Cuando reúnes a un equipo de consejeros, tu negocio y tú estarán en el camino de ser imparables.
Fuente: Entrepreneur