Kellogg reitera su compromiso en Guatemala a través de mejores prácticas a favor de la comunidad. Actualmente se han sumado a causas que atienden la inseguridad alimentaria, con donativos de sus alimentos o con aportes monetarios. También, renovando sus procesos y empaques para reducir nuestra huella ecológica. Entre otras acciones más.
Hoy compartimos un articulo de Daniel Nazario, gerente general de Centro América y Caribe de Kellogg, quien aborda la importancia de promover las buenas practicas alimentarias a través de productos de alta calidad y nutricionales para una sana alimentación.
El 2020 fue un año que nos retó a ser más creativos e innovadores en nuestra forma de hacer las cosas. Puso a prueba nuestro poder de adaptabilidad, pero también nos demostró que contamos, como humanos, con un gran sentido de apoyo, colaboración y cuidado por el prójimo.
Estamos conscientes que seguimos afrontando esta dura época de crisis y es en los momentos más complejos donde los líderes deben aferrarse a sus propósitos y compromisos con el fin de cuidar de sus colaboradores, clientes y por supuesto del medio ambiente.
La FAO indica que casi 690 millones de personas en el mundo pasan hambre, 10 millones más que en 2019; por lo que se podría sumar entre 83-132 millones de personas a esta cifra, dependiendo del escenario de crecimiento económico.
Como miembros de la industria alimentaria, Kellogg trabaja para poner en función de la sociedad las mejores prácticas de nuestros negocios. Esto significa que la prioridad es seguir trabajando para garantizar la salud y seguridad de sus colaboradores, así como la continuidad de operaciones para ofrecer a los consumidores alimentos de alta calidad y nutricionales para una sana alimentación.
Estamos en un momento clave, donde podemos demostrar, como sector de alimentos tres fortalezas: uno, experiencia, que en el caso de Kellogg son 115 años de nutrir a las familias del mundo; dos, adaptabilidad e innovación para ofrecer soluciones y alternativas en beneficio de nuestros colaboradores y clientes; y tres, el compromiso por encontrar formas para combatir el hambre, proteger el medio ambiente y apoyar a la sociedad a tener mejores días.
¿Cómo los hacemos? Sumándonos a causas que atienden la inseguridad alimentaria, ya sea con donativos de nuestros alimentos o con aportes monetarios, siempre buscando beneficiar a quienes más lo necesitan. También, renovando nuestros procesos y nuestros empaques para reducir nuestra huella ecológica.
En Guatemala, Kellogg apoya con donaciones desde hace 15 años y ha impulsado programas especiales desde hace al menos 10 años. Uno de estos programas ha sido el de Desayunos Escolares con United Way Guatemala, iniciado en 2014 y beneficiando desde entonces a cerca de 3,000 niños con desayunos completos, y capacitación en nutrición para padres y niños.
Es a través de mejores prácticas a favor de la comunidad, Kellogg impulsa la visión de alcanzar un mundo bueno y justo, donde las personas no solo estén alimentadas, sino realizadas y satisfechas, pues creemos firmemente que podemos vivir en un mundo con igualdad de oportunidades en el que todas las personas puedan consumir los nutrientes necesarios para el desarrollo de sus organismos y lograr Mejores Días.