La plataforma creada por Jose Rozas-Botrán para divulgar el arte centroamericano y panameño- comprende el replanteamiento de los grandes eventos artísticos que la Fundación Rozas-Botrán ha venido desarrollando durante los últimos 25 años. La base de las nuevas propuestas se encuentra en la apertura de espacios para fortalecer el debate y la discusión con la finalidad de propiciar el equilibrio entre distintas formas de pensar y actuar, otorgándole a sus espacios artísticos el carácter de lugares de encuentro y comunicación.
En el siglo XXI, las relaciones humanas se han alterado debido al uso progresivo de los medios electrónicos y los medios masivos de comunicación que en muchos casos conducen al aislamiento individual. Los artistas han respondido creando propuestas que privilegian las relaciones humanas y la interacción con el arte para lograr la comunicación efectiva entre los distintos públicos. En este proceso se inserta el arte relacional, que proviene de la extensión del modelo urbano a los fenómenos culturales.
Antes, las ciudades permitieron la experiencia de la proximidad, que posibilitaba las relacionespersonales. El arte -pintura y escultura en museos y galerías- era propicio para la expresión de esa civilización de lo próximo y facilitaba una discusión inmediata en un único y mismo espacio.
Hoy, en las sociedades contemporáneas, ante la mecanización de las funciones sociales que reduce el espacio relacional, el artista gestiona espacios libres para favorecer un intercambio humano diferente al de las “zonas de comunicación” tradicionales.
En este contexto relacional y urbano, la Fundación Rozas-Botrán inserta el Festival Arte en Mayo 2017, una de sus grandes actividades anuales, en el espacio del MURB -Museo UNIS Rozas-Botrán Contemporáneo- y en su espacio cultural de Paseo Cayalá, lugares en los que presenta El Previú, como antesala de la celebración artística.
En el MURB, la exposición de fotografías de Andrea Aragón, las instalaciones de Marilyn Boror, un performance y un vídeo foro de Estefanía Valls y el grafiti de Dopezilla convierten el arte en un “estado de encuentro” propicio para las relaciones humanas. Conversar con los artistas le da a a los participantes el espacio necesario para alcanzar una genuina expresión, cuya señal particular es la autoría de la juventud.
En el Cubo Blanco del espacio cultural en Paseo Cayalá, Alejandro Noriega comparte sus experiencias razonadas, surgidas de la vida misma, transitando -con la pintura matérica y el collage- entre el expresionismo abstracto, el geometrismo y el arte conceptual. En la galería interior hemos instalado una extraordinaria colección de obra de mediano y pequeño formato. En la galería exterior, Ariz, Brandon Ramírez Aldana, Diego Morales Portilla y Seidner (grafitero) intervienen muros portables al aire libre. En la Plaza, Sergio Alvarado, Juan Carlos Calderón, Roberto Barahona, Luis Fernando Mayorga, Fabián Hernández y Jorge Armando Morales pintan al aire libre, protegidos por sombrillas.
En este magno espacio de la zona 14, exhibimos pinturas de gran formato, esculturas e instalaciones, desde donde hacemos un llamado a la participación de coleccionistas y todas aquellas personas que aman el arte y que están conscientes de que un país culto es un país con hombres y mujeres dignos que trabajan con la esperanza de un desarrollo integral sostenido.
Los ganadores del Festival fueron:
1. Jorge Linares, Interno/Externo, Videoarte.
2. Juan Julio Toc, Rimero de tortillas y virgen. Bronce.
3. Edwin Bixcul, Origen, Mixta/tela
