Es un secreto a voces que Thelma Aldana podría postularse como candidata presidencial. La pregunta obligada es qué partido apostará por ella y las implicaciones que su candidatura puedan tener para el panorama político. A este escenario, Mario Mérida agrega una variable que es importante considerar: el proceso electoral podría interrumpirse por la ruptura del orden constitucional.
Roxana Orantes Córdova
Aunque por el momento se trata de una especulación, hace meses se menciona la posible candidatura a la Presidencia de la ex Fiscal General, quien tiene como factores positivos, su desempeño en la cruzada contra la corrupción que emprendiera como colaboradora de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG); su conocimiento de la realidad nacional y su imagen pública, altamente promociondada durante su gestión al frente del Ministerio Público (MP), en los “jueves de CICIG”.
Entre los factores adversos que pueden voltearse contra Aldana, están las críticas por su historial como operadora de la “vieja política”, documentado por la CICIG antes de que fuera Fiscal. Además de ello, se le cuestiona la “justicia selectiva”, evidente en que no se realizó siquiera un intento de investigar a la Secretaria del MP, Mayra Véliz, aparentemente vinculada a una red que extendió documentos a migrantes sirios.
Y finalmente, dos hechos recientes que pueden salpicar su imagen de luchadora por la transparencia: la compra del “edificio fantasma”, que costó Q35 millones al MP y a la fecha no tiene ningún uso, y la asignación a su persona y a Véliz de prebendas que exceden lo que normalmente goza un funcionario: vehículos blindados y “normales” para su uso personal, con gasolina y mantenimiento, además de los agentes para su protección, todo esto establecido en un decreto que ella misma firmó, lo que implicaría que en la campaña electoral, su seguridad y transporte serán costeados por el MP.
Para conocer lo que piensan sobre la posible postulación presidencial de la ex fiscal, Perspectiva consultó a varios analistas, dirigentes políticos y líderes sociales. Cada uno de ellos planteó su interpretación sobre la probabilidad de esta candidatura.
Los partidos políticos son como carros a los que se suben los candidatos. Más que organizaciones ideológico políticas, son vehículos electorales. Está por verse a cuál de ellos se subirá la ex fiscal.
Javier Zepeda, director ejecutivo de la Cámara de Industria, afirma “hay que ver la posible candidatura de Aldana desde dos perspectivas: en primer lugar, es alguien que tiene un alto conocimiento de la población, de acuerdo con sondeos existentes. Por otra parte, hay que considerar que una cosa es ser un funcionario público y otra, entrar en la arena política. Tendrá que hacer varias tareas: con quién va a participar, quién participará con ella como vice presidenciable”.
Otro factor que debe considerarse, según Zepeda, es que la campaña que se avecina será de poca presencia partidaria en los medios y mucha tarima. No puede darse por automático que su nivel de aceptación le otorgue la misma presencia en las tarimas de la campaña, concluye.
Por otra parte, Manfredo Marroquín, presidente de Acción Ciudadana, que durante varios años ha coordinado el Mirador Electoral, señala: “creo que hay altas posibilidades. Ella misma lo ha mencionado. Puede plantearse como una candidatura fuerte, considerando que genera mucho apoyo en un sector. Obviamente tiene sus detractores, pero sería una candidata a vencer”.
Marroquín agrega: “El país necesita nuevas opciones. Estamos viviendo bajo el viejo modelo político y bajo este, es imposible que se avance. Se necesitan otras nuevas propuestas, más frescas. Gente con trayectoria y reputación. Lo que hemos visto hasta ahora son candidatos constituidos a base de inversión monetaria”.
El ex Subsecretario de la SAE, Otto Zeissig, considera: “La plataforma que ella encabece va a despalzar a varios partidos que sobrevive de la vieja política, puede ser el fin del pacto de corruptos. No porque no tengan cabida personajes como Dionisio Gutiérrez, quien parece que está y estará, sino porque pueden estar, pero entendiendo y aceptando otras reglas de juego”.
El abogado Marco Vinicio Mejía, fundador del doctorado en Seguridad Estratégica, señala: “Aldana parece tener más respaldo en sectores urbanos, con instrucción y que se oponen a las perversiones de este sistema en el que han arraigado las corrupciones”, a lo que el fundador del IPNUSAC y analista de ese instituto, Adrián Zapata, agrega:
“La lucha contra la corrupción genera altos niveles de simpatía y capacidad de movilización masiva. Se produce la impresión que la corrupción es la culpable de todos los males, por consiguiente la lucha contra ella genera la reacción referida. Esto puede plantear la posibilidad de que a partir de allì se forme una plataforma política que tiene altas posibilidades electorales. El reciente caso mexicano, con Andrés Manuel López Obrador a la cabeza, es, en parte, expresión de este fenómeno.
Por lo anterior, me parece que la ex Fiscal General Aldana tiene altas probabilidades de contar con el voto a su favor si participara en la próxima contienda electoral. Mucho dependerá de con quiènes aparezca públicamente en este intento”.
Zapata añade a su interpretación un elemento que puede ir contra Aldana: “Ahora bien, la lucha contra la corrupción es insuficiente para gobernar un país. En el caso de Guatemala subsisten graves, complejos y profundos problemas estructurales, tales como la desigualdad, la pobreza, la exclusión, etc., que requieren ser atendidos. El reto de la ex Fiscal sería asumir una plataforma programática integral, que vaya más allí de la lucha contra la corrupción, una agenda mínima alrededor de la cual se concertara un acuerdo nacional”.
“Definitivamente, no”
Entre los diputados y dirigentes de organizaciones políticas consultados sobre la posible postulación de Aldana, Samuel López, de Semilla (actualmente, comité pro formación), se abstuvo de responder, al igual que la diputada Sandra Morán de Convergencia. Otros negaron la posibilidad.
Mauro Vay, quien dirige el Movimiento por la Liberación de los Pueblos, un comité que ya comenzó el proceso para inscribirse, afirma: “Totalmente no. Somos un movimiento que creó un isntrumento político para alcanzar las demandas de los guatemaltecos. Todos deben sumar a la lucha para convertir esto en realidad. Todos son bienvenidos, siempre y cuando no vengan a poner condiciones”.
Felipe Alejos, vicepresidente del Congreso y diputado por TODOS, comenta: “Totalmente no. No compartimos y de hecho rechazamos su actuar desde el MP. Durante su gestión se dedicó a politizar la justicia, engañando a la población que sus investigaciones eran producto de su compromiso con un trabajo objetivo. Pero antepuso su ambición política y usó los casos para hacerse imagen, prevaleciendo violaciones a la ley, y a los derechos humanos de incontables acusados.
Fue electa por la vieja política y nombrada jueza de la impunidad por la CICIG, En su paso por la fiscalía se dedicó a politizar la justicia y mediatizar los casos por intereses particulares. Se dedicó a violar el Estado de Derecho, la constitución y la presunción de inocencia. Está vinculada con el edificio de la corrupción que adquirieron en su administración, sobrevalorado en más de un cuarenta por ciento, robándoles a los guatemaltecos a plena luz del día.
También ayudó a procurar impunidad a Roxana Baldetti y Juan Carlos Monzón en el caso El Bodegón. Trafico influencias y ha sido denunciada por miembros de la comisión de postulación. Se dedicó a presionar a fiscales y jueces para entregar y aceptar pruebas falsas. Su brazo derecho, Mayra Véliz, ex secretaria general del MP forma parte de una red que otorgó varios pasaportes falsos y fue encubierta por ella durante toda su administración. Se tiene conocimiento público que su nombramiento como fiscal se realizó en el último nivel de un hotel. Todos los que asistieron eran del crimen organizado e Iván Velásquez conoce ese video”.
Similar posición manifiesta el presidente de la Fundación contra el Terrorismo, Ricardo Méndez Ruiz, quien dice: “Es un hecho anunciado aunque ella lo negó repetidas veces, lo cual es comprensible debido a las sanciones que la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP), impone por campaña anticipada.
Debido a las relaciones políticas que, a pesar de no ser oficiales sí son un hecho notorio, Aldana participaría por el partido Encuentro por Guatemala, que contaría con el financiamiento de Dionisio Gutiérrez. La participación de la ex Fiscal proporcionaría un termómetro muy preciso sobre la apreciación que la población tiene sobre su desempeño en el MP. En aras de un proceso electoral libre, es indispensable que al oficializarse su candidatura ya no esté Iván Velásquez, aunque su poder ha mermado ostensiblemente todavía podría ejercerlo a favor de Aldana, descalificando a sus potenciales adversarios en la justa electoral”.
El contexto de una candidatura anunciada
Aunque es reiterativo decirlo, la ley electoral vigente sanciona la promoción anticipada. Sin embargo, en el caso de Aldana, cuando todavía era Fiscal General, aceptó en público que está interesada en participar como presidenciable, en más de una ocasión, entre estas, en febrero, durante la presentación del Frente Ciudadano Contra la Corrupción, liderado por Dionisio Gutiérrez.
El abogado y político Danilo Roca, considera: “La especulación en torno a su candidatura es parte de un proceso de posicionamiento anticipado de imagen pública y de hecho, un proceso de precampaña que en otras circunstancias, dadas las limitaciones legales, no se podría hacer. Es una estrategia usada muchas veces para fijar en la mente de los electores la relación de una persona con un cargo de elección popular”. Y agrega:
“No dudo que las encuestas que a diario inundan la red parten de una iniciativa programada en ese sentido por quienes promueven su candidatura. La figura de la señora Aldana es polémica y una pretensión de ese nivel reclama una preparación previa que prepare y al mismo tiempo defina a sus eventuales partidarios y opositores. Una técnica vieja, usada como nueva, en medio de una gran confusión y confrontación política”.
Finalmente, el coronel y columnista Mario Mérida, señala: “En primer lugar, la candidatura de Aldana confirmaría rumores que iniciaron desde finales del año pasado. El hecho iría en desmedro de toda su actividad para crear una política fiscal y perjudicaría cualquier discurso que ella usara para dirigirse a los guatemaltecos como candidata.
No tiene tantas ventajas como se hace ver. Es seguida por un círculo cerrado, de nivel mediático y reducido a las áreas urbanas.
En cuanto a su imagen como “punta de lanza” en la lucha contra la corrupción, también es discutible, porque para muchos, es la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), la que tiene el mérito.
Otro aspecto que va en detrimento de las posibilidades que pueda tener, es su falta de experiencia en la contienda electoral y en el quehacer político. Habrá que verla en un debate con otras potenciales candidatos que sí están fogueados, como Alejandro Giammattei, Sandra Torres o Zury Ríos, quien podría convertirse en su némesis, puesto que cuenta con experiencia en el Congreso y ha sido candidata a la Presidencia.
Para quienes acarician esa idea, es bueno mencionar que Thelma Aldana no va a ser AMLO, quien además de estar sumamente fogueado contó con un excelente equipo. No puede decirse que ella cuente con esos valores agregados que se necesitan.
En cuanto al vehículo electoral al que se subiría la ex fiscal, Gonzalo Asturias mencionó una encuesta de CID-Gallup que la ubica como posible candidata de Encuentro por Guatemala y le otorga un 40 por ciento de simpatías. Sin embargo, este tipo de especulaciones se saltan lo establecido en la Ley Electoral y de Partidos Políticos.
Una variable puede afectar a todo el proceso electoral. Se está construyendo la deslegitimación del Presidente con señalamientos estilo los que se realizaron contra Bill Clinton.
Si Edgar Gutiérrez tiene pruebas, debió presentarlas formalmente, como cualquier ciudadano. Sin embargo, no fue apropiado que la Fiscal Consuelo Porras lo recibiera y le diera ese espacio. Ese es un elemento grave y se suma a que el Presidente carece de un equipo que pueda conformar un comité de crisis.
Gutiérrez pudo presentar las pruebas y constituirse en un testigo protegido. Que no lo haya hecho, pareciera evidenciar que los señalamientos son parte de una confabulación que busca defenestrar a Morales”, concluye Mérida.