En la época navideña, la facturación de alimentos y bebidas se incrementa entre 40% y 50%. La misma proporción se calcula para el contrabando, afirman directivos de la Cámara Guatemalteca de Alimentos y Bebidas (CGAB), que por este motivo propuso a las autoridades la campaña llamada Navidad sin contrabando.
Equipo editorial Perspectiva
La naturaleza del consumo de fin de año motiva más ingreso de mercadería ilícita. Esto golpea especialmente a la CGAB. Chocolates, confites, vinos, licores y aves entran descontroladamente y se convierten en una competencia desleal para los productores locales, quienes además de tributar al fisco, llenan una serie de requerimientos sanitarios y de seguridad.
Los alimentos y bebidas ilegales pueden estar adulterados, procesados en condiciones dudosas o incluso vencidos mucho tiempo antes, comentó Roberto Herrarte, presidente de la CGAB, quien recordó que hace aproximadamente un año se vendieron chocolates con una etiqueta sobre el empaque. “Debajo del sticker se encontraba una fecha de vencimiento de un año antes”, dijo Herrarte.
El 30% de lo que nuestro país consume en grasas y aceites es de contrabando, lo mismo snacks, galletas, dulces. “No hay que ir muy lejos, basta con visitar los mercados cantonales”, comentó.
Además del riesgo para la salud, están los efectos nocivos para la industria nacional. Mientras los productos que se introducen ilegalmente no pagan impuestos, los productores locales deben pagar un 12%, afirmó Herrarte.
Al mismo tiempo, en el Congreso existe una iniciativa que pretende incrementar aún más los impuestos a las bebidas azucaradas, que podría llegar al 20%. “Esto incluye bebidas carbonatadas, yogures y jugos entre otros. Así es casi imposible trabajar”, afirmó.
Como contraste, en México las bebidas azucaradas son parte de la canasta básica y están exentas de pagar el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Junto a esto, la devaluación del peso mexicano convierte a los productos de ese país en más económicos para los contrabandistas.
Recientemente, dos empresas de alimentos suprimieron 63 plazas de impulsadoras, dijo Herrarte, y se preguntó: “¿Para qué poner estanterías y llevar mercadería a lugares como Coatepeque o Huehuetenango, que están llenos de productos mexicanos?”.
Es casi natural que en regiones fronterizas se comercialicen bienes provenientes del país vecino. Sin embargo, la proliferación del contrabando ha trascendido estas áreas y se extiende por toda Guatemala. “Hemos tenido quejas de que en Honduras y El Salvador también se encuentran estos productos, sin registros sanitarios y de los que no se sabe con qué condiciones de higiene y salubridad fueron fabricados”, señaló Herrarte.
“Para vender alimentos en Guatemala necesitamos registro sanitario, hacer análisis, pasar por el control de alimentos y el laboratorio nacional. Al final, te dan tu registro. El contrabando entra sin ningún requisito, vemos con mucha tristeza y total preocupación que no hay voluntad política para mermar siquiera un poco esta situación”, afirmó.
Otro sector golpeado por el contrabando es el agrícola. Ricardo Estrada, de la Asociación de Importadores de Productos Químicos para la Agricultura, mencionó que obtener una licencia sanitaria y la autorización para fabricar insumos que se utilizan en el agro es un proceso engorroso que puede tardar hasta dos años.
“No solo estamos defendiendo los intereses de las empresas que representamos. A la Terminal de la zona cuatro capitalina, entran toneladas de maíz mexicano. El gobierno de México les da capital semilla y otras facilidades a sus agricultores. En Honduras, los productos agrícolas no pagan el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Como consecuencia de estos precios bajos, el costo del maíz guatemalteco se ha reducido entre un 30% y un 40%. Por otra parte, muchos de los insumos agrícolas contrabandeados, de los que se encuentran hindúes, chinos y de otros países, pueden ser falsificaciones, creados sin licencias sanitarias ni los debidos controles. Entonces, al final no sabemos con certeza si las lechugas, las tortillas y otros productos que consumimos cotidianamente vienen de fuentes seguras”, dijo.
Las autoridades deben cumplir su obligación
El contrabando no es un delito de poco impacto, sino es una actividad criminal cometida por estructuras mafiosas que tienen hasta bodegas en las áreas fronterizas. “Esto no entra en una balsa a través del río ni en el lomo de una mula. Entra en furgones a través de nuestras fronteras”, comentó Estrada.
Este año, la CGAB le propuso a la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), que aumente sus operativos y los recursos, lo que incidirá a favor de la recaudación, los empleos y la salud de los guatemaltecos, afirmó Enrique Lacs, director ejecutivo de la cámara.
“Esperamos discutir la propuesta con la SAT para que aumente sus operativos y los recursos para que tengamos una Navidad sin contrabando, en beneficio no solo de la recaudación sino de los empleos y la salud de los guatemaltecos. Queremos discutir esta propuesta no solo con la SAT, sino con otros organismos del Estado, como la Policía Nacional Civil (PNC) y el Ministerio Público (MP)”.
Lacs agregó: “No parece que hubiera ninguna reacción a favor de nuestra contribución, empleos, recaudación y todo lo que significa. La actividad económica se tiene que defender, es con la que damos soporte a nuestra economía”.
La campaña solicita aumentar los operativos en los aeropuertos, puertos y carreteras. En este momento ya ingresó mucha mercadería ilegal de la época y ya está en tiendas, bodegas y mercados cantonales. Por ello, los empresarios también solicitan que se monten operativos en centros de distribución que puedan estar en los departamentos y en la capital. Particularmente, piden que se refuercen las fronteras de México y Honduras.
Piden cero tolerancia
El Ejecutivo, liderado por la SAT, propuso una iniciativa de ley contra el contrabando. Según Lacs, esta ley debe ser revisada a fin de tener una herramienta efectiva ese delito. “Nuestra primera lectura de esa iniciativa de ley es que le falta colmillo. Tiene que reforzarse, hay áreas en las cuales consideramos que está permitiendo cierto nivel de contrabando, que nosotros creemos inaceptable”.
Según la propuesta de ley de la SAT, hasta US$3 mil de mercadería ingresada en el país no sería considerado como contrabando. Esto permitiría que puedan entrar productos sin registro sanitario, que se limitarían a pagar los impuestos de ingreso.
Según Estrada: “Preocupante es escuchar que la iniciativa de ley que existe es permisiva. No hay conciencia del efecto negativo. Contrabando es contrabando, así sean diez quetzales o tres mil dólares. Conocemos a nuestra gente y si se aprobara esta ley tendríamos a muchas personas pasando de tres mil en tres mil dólares hasta sumar varios millones”.
Lacs agregó: “Realmente creemos que la legislación que debe predominar debe ser de absoluto castigo a cualquier práctica. No podemos tener espacios de permisividad. En una ley que ataca un ilícito ejercido por estructuras mafiosas no puede haber espacios de tolerancia”.
