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Sobre la 9ª. Avenida algunas veces los jóvenes del Central para Varones, luego de un ir y venir de insultos, terminan resolviendo la cosa a golpes. Algo no muy diferente sucede en la banqueta de enfrente, adentro del Hemiciclo Parlamentario.
Han pasado seis años desde aquella lucha estelar en que, en medio de la discusión sobre la prórroga del trabajo de la CICIG, el entonces diputado Alejandro Sinibaldi empujó a Mario Taracena, quien sería rematado con el lanzamiento de agua de Anabella de León. De los tres, sólo Mario Taracena, siempre caldeado en gestos y palabras, permanece en el Legislativo. La del día de ayer, fue su enésima pelea.
Dos horas transcurrieron en la previa a la sesión que inició con 124 diputados y esas dos horas de atraso, ya habiendo quórum, eran la señal de que algo se tramaba desde lo alto del estrado de la Junta Directiva. La pelea estelar, como en la sesión antelior, era una lucha entre la orden del día propuesta por LIDER y la impulsada por el resto de bancadas.
LIDER, que últimamente maneja su agenda en zigzag, proponía sacar del camino la aprobación de las leyes que solicitó la semana anterior para entrar a conocer las reformas electorales en primer debate. Esto, después de haber solicitado a la Corte de Constitucionalidad que desestimara el recurso con el que ya habían sido amparados, para retrotraer el camino de las reformas. No sé sabe a ciencia cierta qué buscan o quizás sí: el bloqueo indefinido de la agenda.
Por iniciativa de Luis Fernando Pérez, diputado del PRI, se formuló la otra propuesta de orden del día que Luis Rabbé no quiso en primer momento conocer. Esta propuesta contemplaba volver a conocer el antejuicio contra el Presidente Otto Pérez Molina con el argumento de que las reformas ya habían sido conocidas durante esta sesión permanente que inició la semana pasada y tal como manda la Carta Magna: una ley no puede ser debatida dos veces en la misma sesión.
Sin más, esa propuesta conseguiría el apoyo del resto de bancadas pero en el camino hacia la votación se desató la guerra.
Primer round
La avanzada vino de parte de Taracena que acusaba al partido LIDER de “vendidos, vende patrias, descarados”, entre otras cosas. Delia Back, la diputada roja que en esta novela ya tiene un historial de enfrentamientos y demandas con Taracena, salió en defensa de su partido arrojándole el agua de su vaso.
Segundo round
Aparece Estuardo Galdámez en defensa de la inmunidad de Otto Pérez Molina. En un enredo de palabras intenta justificar el actuar de LIDER para luego acusar a la UNE de querer entrampar las reformas y acto seguido proferir un golpe a traición, un insulto racista, a Amílcar Pop. Haroldo Quej y otros diputados salieron en crítica a Galdámez, que aún alcanzó a ofrecer golpes a Taracena.
En medio de todo esto, Luis Rabbé, un réferi tibio, parcializado con el partido rojo, afirmaba que el buen comportamiento de los diputados no dependía de que él saliera a “cinchacearlos”.
Tras dos horas de enfrentamientos y sin un knockout por parte de alguna fuerza, todo se resolvería con números. La propuesta de LIDER sólo consiguió 62 votos y la de las otras bancadas, 52, convirtiéndose en un empate técnico que llevó al retiro de los diputados para una revancha en la sesión programada para el día jueves.
*Lo sentimos, queríamos hablar de debate pero sólo hubieron peleas.
