Faltan seis días para las elecciones y la incertidumbre sigue marcando la tónica del actual proceso electoral. Según el politólogo Héctor Rosada, el panorama se presenta “como un partido de fútbol con la cancha vacía”. José Carlos Sanabria, de ASIES, considera que el escepticismo y la apatía ciudadanas son dos de las variables en una coyuntura compleja.
Roxana Orantes Córdova
Una de las características de este proceso es que de los 19 binomios que competirán el domingo 16 de junio, la mayoría son virtualmente desconocidos para los ciudadanos, quienes identifican a algunos rostros pero no tuvieron ocasión de conocerlos a través de la propaganda en medios de comunicación. Esto, derivado de las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos.
Por la misma causa, los debates fueron prácticamente inexistentes. Aunque diferentes analistas exhortan al voto, la apatía es innegable y no puede descartarse que, a diferencia de los procesos anteriores, el abstencionismo se eleve considerablemente, en comparación con otras elecciones.
La “judicialización de la política y politización de la justicia” están presentes hasta el último momento. Un amparo recientemente resuelto a favor del diputado Paul Briere, quien aspira a ser representante en el Parlamento Centroamericano (Parlacen), postulado por Encuentro por Guatemala (EG), tercer partido que acoge al legislador.
Como consecuencia del fallo favorable, el Tribunal Supremo Electoral (TSE), tuvo que volver a imprimir 8.5 millones de papeletas para elegir a los diputados al Parlacen, con un costo de Q1, 724,786 que ya habían sido erogados para la misma finalidad, en papeletas donde no aparecía Briere. Es decir, el gasto se duplicó y existe la posibilidad de que el candidato no sea electo.
Rumores y noticias falsas permean el ambiente. Entre otros, se especula que “podría haber más sorpresas” en las papeletas presidenciables, que la protesta de supuestos militares sería parte de una confabulación entre estos y el partido gobernante y finalmente, se menciona que la Organización de Naciones Unidas (ONU), estaría “levantando” la imagen de Edmond Mulet, ex alto funcionario de la ONU que compite por el partido Humanista (donde convergen varios ex funcionarios del gobierno de Alfonso Portillo).
El partido VALOR publicó en sus redes:
“Tu voto es fundamental este 16 de junio! Juntos evitaremos que ganen los que han dañado al país; los que hicieron que Guatemala pasara de ser el corazón del mundo maya al corazón de la corrupción”.
También María del Carmen Aceña, del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), exhortó a sus lectores para que acudan a las urnas:
…”Usted tiene el poder de cambiar el destino de Guatemala con su voto. Aproveche a ser parte de la historia y no deje de participar. Recuerde que su voto es secreto. ¡Este domingo 16 de junio todos a votar! ¿Ya sabe dónde le toca votar? ¿Quiénes son sus candidatos? ¿Qué cambios le gustaría ver en el siguiente proceso electoral?”.
Un contexto complicado
Para intentar acercarnos a la comprensión de este proceso electoral, Perspectiva consultó ya citados: Héctor Rosada y José Carlos Sanabria, sobre las características de esta elección, las consecuencias que tendrá para la democracia y si existe desigualdad de condiciones para los candidatos.
Según Rosada, la diferencia de esta elección está en “un gobierno absolutamente incapaz, que privilegió los intereses de su familia sobre los del país. No se llega a saber si está preparado para un evento de la magnitud de las elecciones. Estamos “a la buena de Dios”.
Es un proceso sin contenidos propios, solamente se evidencia el interés en ocupar espacios políticos. Anteriormente, por pobres que fueran las propuestas, se elegía cada cuatro años a un dictador, pero actualmente no se sabe qué proponen. No hay contenido”.
En cuanto al TSE, considera que “tuvo en sus manos un momento complejo y difícil. “No digo que cometiera errores, pero no supo manejar algunos temas de los que no tenían idea.
La desinformación y falta de comprensión abarcan a la mayor parte de la ciudadanía, considera Rosada, quien señala que es casi imposible construir una democracia cuando no existe comprensión del tema. “Después del 16 veremos las consecuencias de la votación para la democracia”, expresa.
José Carlos Sanabria menciona que el contexto es complejo, especialmente por la lucha contra la corrupción y las acciones gubernamentales para detener el trabajo de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
En segundo lugar, señala, las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos son una de las variables de mayor eso en la complejidad del evento, que por lo mismo motiva apatía y escepticismo en la población.
Finalmente, este año se elegirán casi simultáneamente las autoridades del Organismo Judicial (OJ) y este factor incide en el posicionamiento de determinados actores políticos. “La democracia electoral está en crisis”, concluye.