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“Hagan lo que hagan, Guatemala va a saber la verdad” | PERSPECTIVA
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domingo, marzo 23, 2025

“Hagan lo que hagan, Guatemala va a saber la verdad”

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Kenneth Müller es el único director de cine guatemalteco con películas distribuidas por Netflix y FOX. Su tercer filme, Nebaj, está inspirado en el libro Escaping the fire, del ixil Tomás Guzaro. Entrevistado por Perspectiva,  el cineasta enfatiza en la importancia de que los guatemaltecos conozcan los hechos de la historia reciente, más allá de la narrativa dominante, en la que se oculta una de las dos versiones.

Roxana Orantes Córdova

Hace casi cuatro décadas, Tomás Guzaro logró sacar a cientos de ixiles de la aldea Salquil Grande, en Nebaj, Quiché. Según cuenta, caminaron tres días hasta que encontraron al Ejército y salieron de la línea de fuego. Esta historia es narrada en el libro de Terri McComb y Tomás Guzaro, quien dijo a Perspectiva que la traducción al español podría publicarse a finales de marzo.

“Kenneth me pidió permiso para realizar su película. Me tomó en cuenta para dar a conocer toda la verdad. Que todo el mundo sepa cómo sucedieron las cosas. Los ixiles éramos una población entre los dos grupos y algunos, habían sido reclutados por la guerrilla, que llegó ofreciendo repartirnos las fincas de la Costa Sur si les dábamos apoyo. Y a quien no los apoyaba, lo castigaban o asesinaban. Esto comenzó desde el año 76, aproximadamente y en 1982, la aldea donde yo vivía estaba totalmente cercada por la guerrilla. No dejaban salir ni entrar a nadie. Fue cuando Dios me iluminó y ayudó para ayudar a salir a quienes no estaban conformes con esa situación”, dice Guzaro, quien afirma que no teme decir la verdad porque se trata de los hechos que vivió, y concluye:

“Gente como Kenneth y otros amigos apoyan para que toda esta historia salga a la luz del día. Dios los envió para aclarar esta situación ante el mundo”.

Müller es ante todo, un artista. Desde los diez años recibió clases de piano y afirma que “con los libros, tocas almas y formas la tuya”. Licenciado en cine, se especializó en animación 3D.

Según cuenta, realizó muchos videoclips con diversas personalidades y empresas, que van desde el cantante Ricardo Montaner al club Barcelona, pasando por Mercedes Benz. “He volado muchos aviones chiquitos para llegar a las películas”, dice y comenta que, entre sus lecturas están el cineasta soviético Andréi Tarkovsky y los thrillers clásicos de Edgar Allan Poe.

Más cercano a la farándula y al arte que al mundo de la política, Müller narra cómo resultó comprometido con divulgar la realidad de nuestra historia reciente.

 ¿Cómo llegaste al mercado internacional del cine?

La primera película que hice, a los 26 años, fue la primera en la historia de Centroamérica que Netflix distribuyó mundialmente. ¿Cómo se llega hasta ahí? Trabajando muchísimo, siendo disciplinados, perseverantes. Es un arte difícil y complejo.

El mismo cine te enseña que hay que ser humilde. Y una cosa te lleva a la otra, una película te lleva a la otra. No sé a dónde me va a llevar la nueva película, pero me llevará a otro lugar.

 Se te ha etiquetado como el narrador del conflicto armado desde la perspectiva de la contrainsurgencia, ¿qué dices a esto?

Una película que no crea reflejos y la gente “no se saca de onda”, no es una buena película, desde ahí se crea una cadencia. No es que yo haya querido tocar temas del conflicto armado interno, todo lo contrario.

Septiembre es la historia de la vida de mi hermano. Y a mí lo que me interesaba retratar era todos estos efectos colaterales que trae la guerra. Hasta la fecha, a mis sobrinos les hacen buillyng en el colegio porque mi hermano, que es el papá, es sordo. Porque habla raro, porque habla diferente.

A las personas que no murieron, pero resultaron con algún desorden o algo, estas cosas les afectan para siempre. No es que yo quiera tocar temas específicos, sino hay muchas voces que no salieron.

En Septiembre aparece un periodista que termina asesinado por un ex guerrillero. ¿Esta parte de tu historia se basa en la realidad?

Por supuesto, siempre trato de basarme en hechos reales. Soy una persona que vivió más de una década fuera del país. Es interesante cómo las noticias son manipuladas con el tiempo y las personas afuera perciben las cosas de manera totalmente distinta a lo que sucede en el país.

Esto lo hacen en forma manipulada. Empresas grandes que tienen intereses y la gente no siempre lo percibe. Por eso es irresponsable de parte de los periodistas no contar las cosas como son, sino porque alguien les paga o no. De pronto, comentaristas que comienzan a apoyar o atacar causas y resulta que les pagan.

Hay periodistas que me han dicho “panfletero”. Sorry, no podría ser un panfleto una película con un contenido que de pronto le interesa a HBO, a Netflix…es complicado señalar de esa manera. El problema más grande de este país es la descalificación.

Cuando veo a tanto periodista, analista, diciendo tanta falsedad, tantas sandeces sin una base real y que incluso son premiados cuando lo que hacen es difamar, destrozar y atacar…eso no es periodismo.

Considero que el periodismo debería ser informar con objetividad, para que esa información, en la audiencia, cree un criterio, una reflexión. Creo que el guatemalteco está ávido de eso. Y por eso el cine es tan importante en una cultura, porque al final es un reflejo.

El tráiler de Nebaj es impactante. ¿Cómo fue que te decantaste para contar esta historia?

Me siento responsable de contarle a las nuevas generaciones las cosas que también pasaron en este país. No puede ocultarse lo que pasó.

¿En el elenco de Nebaj predominan actores de otros países?

Me gusta la mezcla. Las mejores películas las hacen con mezclas. Mi referente es internacional. Las películas son mundiales. No me interesa que solo Guatemala vea la película, sino me interesa que la vea el mundo. Por eso las hago.

Sí, hay actores mexicanos de muy alto nivel. Ana Serradilla, una de las actrices más cotizadas en México; Saúl Lizaso, con toda una vida de trayectoria; Diego Alfonso, que ha hecho trabajos para Netflix; David Medel, que ha trabajado en la serie Cruz de Cuervos y un personajazo, que pienso es el protagonista de la película y se llama Fernando Coautle y que no nos decepcionó.

Entre los guatemaltecos, está Andrea Zapeta, más que descubrirla se me apareció en el camino y quinientas personas más, que son guatemaltecos. Más que todo, el cine busca rostros interesantes.

¿Existe una distorsión mediática de la historia reciente?

Hubo una guerra y es interesante cómo los mismos periodistas que tienen la responsabilidad de contar lo que sucede, de ir amarrando la historia, terminan dando una versión errónea. De pronto, resulta que el Ejército se peleó con el abismo y el abismo no existió nunca.

El Ejército no se enfrentó a algo inexistente, sino contra una guerrilla subversiva que de manera ilegal estaba tratando de alcanzar el poder político, acabando con el orden constitucional.

Tampoco es cierto que pelearon con el pueblo. Porque la guerrilla no era el pueblo. En realidad era un grupo subversivo que mantenía ideologías de afuera, muchas veces pagados por Cuba, en el contexto de la Guerra Fría.

Es ridículo pensar que no existió eso. Como cineasta trato de ser lo más honesto posible y de cierta forma, también informar a través de mi arte, lo que sucedió en este país.

 ¿Tu posición deriva de lo que vivió tu familia?

Soy una persona que se fue a México a estudiar cine. Ayer vine de México, me reuní hoy con varias personas de la farándula. Mentalmente no estaba enfrascado en esa situación, hasta que comencé a darme cuenta de la injusticia con la que los medios actuaban.

Situaciones que han llegado hasta los ataques personales, donde uno no puede defenderse porque si dices algo, rápido sale el periodista a decir: “me quieren matar, me quieren hacer algo”, cuando lo único que hiciste fue exponerlos, mientras ellos exponen a los demás todo el tiempo sin pensar si están ofendiendo o haciendo daño. Parecen robots. Se me hace complejo un periodista sin corazón.

Quise ser una voz de los muchos que al final no hablan, porque muchas veces, están siendo juzgados injustamente. Y creo que no funciona así.

Y cuando una voz se expresa, varias más se suman. Y el país comienza a perder el miedo. Hagan lo que hagan, Guatemala va a saber la verdad.

 

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