La pandemia ha obligado a los gobiernos volverse más accesibles e inteligentes por las vías digitales, convirtiendo a pequeñas localidades en ciudades inteligentes.
Marco Martínez O’Daly*
Pluma invitada
Cuando hablamos de ciudades inteligentes solemos relacionar este concepto con las principales regiones de un país. Aquellas que tienen la infraestructura y presupuesto para poner en práctica estrategias de urbanización que sean amables con el medio ambiente. Y que puedan digitalizar procesos que aceleren y transparenten ciertos trámites para sus ciudadanos.
Lamentablemente esta falsa conceptualización ha frenado desde hace varios años a gobiernos de pequeñas localidades, a implementar este tipo de estrategias en sus municipios.
Transformación por la pandemia
Con la llegada de la pandemia, la aceleración en la digitalización para las pequeñas y grandes ciudades se volvió inevitable. La manera en que se paralizó en momentos el transporte o se limitó nuestra movilidad, obligó a los gobiernos a usar herramientas digitales como una medida de supervivencia. Lo que generó que las localidades tuvieran que impulsar en una semana o dos, mecanismos que tal vez llevaban 10 años intentándose efectuar.
Algunas de las acciones que se pusieron en marcha fueron las calles emergentes, una iniciativa que buscó que los ciudadanos tuvieran acceso a los insumos de primera necesidad y pago de servicios a solo unos pasos de su domicilio, y que antes implicaba el hacer grandes trayectos en transporte público para darles seguimiento.
Impulso de la digitalización
Otro ejemplo ha sido la digitalización de todo tipo de trámites y actividades gubernamentales. Lo cual ha dado la apertura a que los habitantes puedan participar activamente en las decisiones de sus gobiernos.
Esto se ha logrado gracias a la transmisión de reuniones que antes eran cerradas en plataformas como Facebook o Twitter. Dando mayor acceso a los habitantes a temas que poco conocían sobre sus ciudades.
SMART: “Ciudades Inteligentes”
Hace dos años realizamos la publicación del manual: “Ciudades Inteligentes, Manual de Mejores Prácticas”, con el apoyo de la Fundación Friedrich Naumann para la Libertad. El cual es una guía práctica basada en cinco pilares: Start Up, Móvil, Accesible, Resiliente y Transparente, que deben tener las localidades para convertirse en ciudades SMART.
Tras su publicación, gobiernos de diferentes regiones de América Latina se nos han acercado para buscar replicar dicho modelo, sirviéndoles como herramienta de capacitación sobre todo a aquellos que ya cuentan con un equipo de expertos en movilidad y urbanismo o que tenían el interés de volverse una ciudad inteligente, pero sin saber por dónde empezar.
Pudimos experimentar un gran ejemplo de esto en Jalisco, siendo el municipio de Tepatitlán uno de los más activos para transformar su región en una ciudad inteligente; ellos encontraron nuestro manual, hicieron su propio diagnóstico, y se acercaron con nosotros para asesorarlos en su transformación.
Visor Urbano
Actualmente en este municipio, junto con otros del Estado incluyendo la ciudad de Guadalajara, se ha impulsado el programa Visor Urbano, el cual permite al ciudadano revisar todos los predios que tiene el municipio y conocer su status de adeudo y dimensiones.
Al transparentar esta información, los gobiernos vieron un incremento dramático en el pago del predial, pues los habitantes sintieron la presión para pagar este impuesto a raíz de que se impulsó la plataforma y se supo que la información estaba al alcance de cualquier ciudadano.
El caso de Guatemala
Otra de las ciudades modelo que destacan dentro de la red es la Ciudad de Guatemala. Durante visitas de cooperación a la ciudad, con otras alcaldías participantes, Guatemala demostró avances significantes en herramientas de ciudades inteligentes. Como la modernización de su sistema de transporte, con el Transmetro y la red de ciclovías, la revitalización de su centro histórico, y de la Calle Sexta.
Por otro lado, la ciudad ha impulsado ejemplos de desarrollos innovadores, tales como 4º Grados Norte y Zona 4 en general. Así como Ciudad Cayalá, proyectos de regeneración urbana y de desarrollos integrales que muy pocas ciudades de América Latina han podido generar.
Crear acciones que lleven a las regiones a iniciar el proceso de transformación hacia una ciudad inteligente es una necesidad que va más allá de grandes presupuestos e infraestructura.
Requiere en primera instancia de la iniciativa de alcaldes y gobiernos que tengan la visión de cambiar las cosas para sus localidades, sin importar su tamaño, y tomen la decisión de implementar medidas para hacerlo realidad; entendiendo que este proceso requiere la participación activa de todos sus habitantes y de un trabajo de continuidad por su parte, para no tirar o cambiar las estrategias al cambiar gobiernos.
SMART Cities Summit 2021
Este tipo de casos nos obligaron a realizar una actualización del manual, el cual presentaremos en el próximo SMART Cities Summit 2021, un evento organizado por la Fundación Naumann el próximo 27 y 28 de octubre.
Donde se analizarán varios temas que ayuden a las ciudades a ser más accesibles para sus ciudadanos en materia de gobierno digital y participación ciudadana. Asimismo, se tendrá la participación de ponentes de todo el mundo en talleres, paneles y conferencias. Si quieres conocer más de este evento puedes visitar la página para llenar el formulario del SMART Cities Summit 2021: http://redciudadesinteligentes.net/formulario/
*Consultor de Red de Ciudades Inteligentes México-Centroamérica