La juez María Belén Reina Salazar, de Primera Instancia de Niñez y Adolescencia, fue separada del cargo por las acusaciones de tortura contra Vladimir Bitkov, quien tenía tres años cuando sin ordenar una prueba de ADN, Salazar dispuso que el pequeño no era hijo de sus padres biológicos y aunque tenía un tutor, lo recluyó en un lugar donde fue víctima de malos tratos.
Redacción Perspectiva
La juez María Salazar, de forma inexplicable, transgredió los derechos del niño en 2015, cuando sin atender que Vladimir Bitkov tenía designado un tutor legal (el abogado Rolando Alvarado), ordenó que el pequeño fuera recluido en un orfanato de donde salió con varias secuelas (enfermedades y lesiones), producto de los tratos que padeció en la institución, llamada «albergue de protección» y donde el pequeño sufrió incluso hambre.
Las condiciones en las que el niño volvió al cuidado de sus tutores legales (niñera y abogado), fueron plenamente documentadas por especialistas y el equipo de abogados defensores denunció el atropello ante diversas instancias nacionales e internacionales.
Aparentemente, la medida de la juez fue una forma de congraciarse con la CICIG, que persiguió implacablemente a los Bitkov. en septiembre de 2021, la Corte Suprema de Justicia admitió la solicitud de antejuicio contra Salazar, quien hoy fue separada del cargo como parte de la investigación.
Sobre el caso, el abogado Rolando Alvarado expresó hace unos meses:
