En medio de la pandemia, algunos gobiernos han formulado estrategias poco ortodoxas para enfrentar la situación, restándole importancia o incluso negándola.
María Renée Saravia
Mientras la mayoría de países del mundo se mantienen en alerta sanitaria por la pandemia, algunos han decidido minimizar la emergencia, incluso negarla hasta el extremo de prohibir conversaciones donde se mencione la palabra coronavirus.
Turkmenistán
El gobierno de Turkmenistán, considera que la mejor forma de afrontar el COVID-19 es negarlo rotundamente. Según información de Reporteros sin Fronteras, el gobierno ha prohibido la información sobre la pandemia en medios de comunicación locales. Asimismo, hizo borrar la palabra coronavirus de todos los folletos informativos entregados en escuelas, centros de salud y lugares de trabajo.
Turkmenistán, es uno de los países de Asía Menor más herméticos que existen en la actualidad y comparte frontera con Irán, uno de los primeros países de la región en reportar casos de COVID-19. Sin embargo, el gobierno de Turkmenistán ha negado por completo la posibilidad de casos de coronavirus en su país.
Gurbanguly Berdimuhamedovn, presidente del país turcomano ha dirigido una campaña de desinformación que prohíbe a los ciudadanos el uso de mascarillas en la vía pública o utilizar la palabra COVID-19. De no acatar estas disposiciones podrían ser arrestados por la policía.
Hasta el momento, Turkmenistán continúa al margen de la pandemia o al menos el gobierno continuo en una negación que incomoda a los países vecinos.
Bielorrusia
Aleksander Lukashenko, presidente de Bielorrusia minimizó la pandemia al indicar que la mejor manera de combatir el COVID-19 era jugando hockey, beber vodka, tomar saunas y trabajar con un tractor en el campo. Según el medio de comunicación El País, Lukashenko, califica al nuevo coronavirus como una “psicosis de Occidente”.
El líder de Bielorusia ha evitado las medidas de distanciamiento social y permite que continúen las actividades con la mayor normalidad posible. De esta manera los partidos de hockey y otras actividades multitudinarias son permitidas con mínimas medidas de seguridad.
En Bielorrusia los casos de COVID-19 son muy pocos en comparación a otros países de Europa. El presidente bielorruso ha indicado que su mayor temor es el efecto psicológico que pueda causar la sobreinformación de los medios de comunicación.
Brasil
El gobernante de Brasil, le restó importancia a los primeros casos de COVID-19. En diversas ocasiones Jair Bolsonaro, hizo declaraciones donde manifestó sus dudas sobre la severidad de la pandemia.
Algunas de las frases más polémicas de Bolsonaro al referirse al COVID-19, son: “Es apenas una pequeña gripe o resfriado”; “va a morir gente, lo siento, pero no podemos parar una fábrica de automóviles porque hay accidentes de tránsito” y “el brasileño no se contagia, es capaz de bucear en una alcantarilla, salir y no pasa nada».
En las primeras semanas de contagios en Brasil, el presidente Bolsonaro hizo caso omiso del uso de mascarilla o las medidas básicas de protección. No obstante, el presidente de Brasil tuvo que cambiar de estrategia ante las cifras catastróficas que se han reportado en el país sudamericano.
Con más de 526.000 infecciones en el país y 30,000 muertes por COVID-19, Brasil es uno de los países más afectados a nivel mundial.
