En vistas del Mundial y los próximos Juegos Olímpicos de 2016 nacieron pequeños albergues en las primeras favelas «pacificadas» en 2008 que pueblan los morros de Copacabana, y son cada vez más requeridos por los jóvenes mochileros. Aunque la vista es fuera de serie, el acceso no es fácil. Hay que subir varias calles escarpadas por escalera.
Cristiane de Oliveira, de 42 años, abrió en 2010 la «Favela Inn» en Chapéu Mangueira. Tiene tres cuartos con cuchetas, baño y Wi-Fi a 20 dólares por día en baja temporada, y 25 en alta.
No cobro muy caro porque quiero gente todo el año pero durante la Copa del Mundo la cama costará 45 dólares», dijo a la AFP.
A un año de que inicien los Juegos Olímpicos, las favelas ya tienen rentadas habitaciones para los turistas que buscan precios bajos y una visita mas autentica.
Los medios de prensa solo transmiten una imagen violenta de las favelas y no muestran jamás el buen lado: la samba, la alegría, la ayuda mutua. Eso me entristece».
Antecedentes
La policía comenzó a reemplazar a más de 3.000 militares que ocupaban desde hace un año el peligroso complejo de favelas de Maré, situadas cerca del aeropuerto internacional de Rio de Janeiro, ciudad que albergará en poco más de un año los Juegos Olímpicos.
La estrategia forma parte del programa gubernamental para restablecer el orden en estas 16 favelas que ocupan 7 km2 y donde viven unas 140.000 personas, situadas al borde de la Bahía de Guanabara y junto a los principales accesos al centro de Rio.
Desde el año pasado, cuando tuvo lugar la Copa del Mundo de fútbol, «había un trabajo de integración entre el ejército y 220 policías en Maré. El proceso de ‘pacificación’ continúa y comenzamos (a retirar a los militares) por las favelas Praia de Ramos y Roquette Pinto que son las más tranquilas», dijo a la AFP en la Maré el portavoz de la policía militar, Frederico Caldas.
Fuente: CNN y La Nación de Argentina