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¿Por qué y para qué? | PERSPECTIVA
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viernes, marzo 21, 2025

¿Por qué y para qué?

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Mario Mérida

Antes de iniciarme como columnista en elPeriodico (1998), indagué sobre el significado de esta actividad periodística que Morán, citado por Fernando López Pan, en “70 columnistas de la prensa española” (1995), explica: “… históricamente podemos considerar que la columna actual corresponde a lo que el viejo periodismo era el artículo del colaborador fijo, denominándose articulista”. La mayoría de textos resaltan la libertad del articulista y al ethos “… que convoca a determinados lectores… son los lectores quienes descubren en las páginas a alguien con quien sintonizan y de quien se fían…” o de quien desconfían o están en desacuerdo”.

La mayoría de los medios de comunicación impresos o digitales cuentan con la sección de comentarios, opiniones o cartas del lector, en la cual los leyentes pueden cuestionar las opiniones de los columnistas o notas de prensa, cuya participación enriquece los contenidos y amplia en número de lectores. Es de esta manera como “descubren en las páginas a alguien con quien sintonizan”

Frecuentemente algunos amigos lectores, preguntan: ¿Por qué escribir para un público reducido? Y ¿Qué pretendo? Es cierto, la lectura de las columnas de opinión en los medios impresos se ha reducido, pero esto es superado mediante la circulación de sus ediciones digitales, que multiplica el número de leyentes y la distribución de sus contenidos con amigos o personas con intereses similares.

¿Qué pretendo?… Leer y escribir -en ese orden-, es una pasión heredada de mi padre (QPD) y practicada por años. Sin temor a equivocarme puedo asegurar el segundo suceso importante en mi vida profesional fue la invitación para publicar en elPeriodico hace más de dos décadas (1998). El primero, fue culminar mi tiempo de servicio en el ejército (1970-1998)

Inicialmente, me enfrasqué en aclarar las medias verdades que se difundían masivamente en la época, relacionadas con el enfrentamiento armado interno, que aún continúan circulando y quizás por eso han perdido credibilidad e interés. Después de la publicación de mi primer libro “Testigo de conciencia periodismo de opinión documentado” (2000), en el reuní un buen número de artículos publicados (1998 – 2000), comprendí, que los espacios opinativos deberían de ser ajenos a cualquier tipo de activismo o representatividad sectorial o grupal, salvo que el espacio este identificado como tal.

Entiendo que es presuntuoso y equivocado pretender cambiar el mundo, o influir en los en los lectores por medio de una columna de 700 o 900 palabras, para cambiar determinadas situaciones. Pero es verdad que la información oportuna, veraz y documentada con fuentes serias y responsables, indiscutiblemente es útil para tomar más de alguna decisión adecuada.

Lo escrito en las columnas publicadas en esta revista digital -cuya oportunidad agradezco-, intenta presentar una visión desde el balcón. Es decir, procura cubrir los cuatro puntos cardinales, con la finalidad de que el lector encuentre contenidos para sustentar sus argumentos, para describir y explicar la realidad nacional según su propia perspectiva.  .  Sin obviar, que generalmente los artículos o columnas de opinión tienen relación con la coyuntura, cuya dinámica la hace fugaz o bien termina en algo cotidiano; quizás por ello deja de ser de interés general.

Vargas Llosa en su columna “El fracaso de Ortega y Gasset (14/06/2014), describe el sentir de este: “… quería ser un gran pensador y un gran escritor para cambiar a España de raíz, volverla europea, modernizarla, democratizarla, lo que para él —como para los intelectuales que atrajo a la Agrupación al Servicio de la República— significaba llevar a gobernar el país a sus hijos más cultos, inteligentes y decentes, en vez de esa clase política que desprecia por mediocre, falta de ideas y de creatividad, acomodaticia y cínica. Es innegable que los ideales de Ortega y Gasset han perdurado en el tiempo, sin duda son coincidentes con los deseos de la mayoría de guatemaltecos que demandan, seguridad, empleo, paz y respeto. (Ampliado de elPeriodico, para los lectores de PERSPECTIVA DIGITAL)

 

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