Sandra Torres siempre es noticia y muchas veces, tendencia en redes sociales. Hoy se conoció que la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), inauguró una sede en San Juan Sacatepéquez, pero lo que motiva el interés en «la doña» es que su yerno se alió con el ex mandatario Alfonso Portillo, con vistas a la contienda electoral.
Redacción Perspectiva
Sandra Torres se alista para consolidar su partido, que tiene más de 80 mil afiliados, y probablemente, nominarse como candidata a la Presidencia. Aunque la cancelación de la UNE fue anunciada muchas veces, al final los astros se conjugaron a favor de Torres y por el momento, el partido verde que se identifica como socialdemócrata, permanecerá vigente.
Sin embargo, Torres es una política fogueada y al parecer, no es de los que ponen «todos los huevos en la misma canasta». Su amistad con magistrados de varias instancias, el Ministerio Público y el Tribunal Supremo Electoral (TSE), son parte de los rumores que rodean a la líder de la UNE, y aunque no se han confirmado, la benevolencia la acompaña.
En esa línea de «no surtirse en la misma tienda», Torres preparó a su hija Nadia de León para continuar la tradición familiar. De León es diputada al Parlamento Centroamericano (PARLACEN) y está casada con Rudy Guzmán, ex candidato a diputado por el partido FUERZA.
Un nuevo partido que surge con cuestionamientos
El yerno de «la doña», quien cambió su apellido Valiente por Guzmán, es hijo del temido ex jefe de la Policía Judicial Manuel de Jesús Valiente Tellez. Recientemente terminó de conformar su organización política, Nosotros, grupo al que ya se acercó el ex mandatario Alfonso Portillo.
De esta forma, Torres, además de sus amplios contactos institucionales, tejidos durante décadas, podría tener un partido afín a la UNE, lo que seguramente redundará en los votos y aprobación de leyes, en caso de que la UNE permanezca como una organización política.
Esto, aunque Guzmán se deslindó públicamente del partido de su suegra, que en caso de ser finalmente cancelado, podría aportarle un ejército de afiliados y una estructura partidaria que ningún otro grupo político tiene en Guatemala.