El columnista, periodista y ex Embajador Jorge Palmieri ha fallecido el día de hoy por la madrugada. Una noticia que me ha tomado por sorpresa, sobre todo porque Don Jorge era de esas personas que uno creía que jamás van a morir. Bueno, y al menos, en el imaginario colectivo, no lo hará. Fue controversial, fue simpático, fue influyente, fue “cae mal”, fue de todo. Pero todo ese conjunto de cosas era lo que lo hacía ser él.
Desde pequeño lo leía. Claro, empecé a leerlo en su época más avanzada pues cuando yo nacía él ya había sido Embajador de Guatemala, escrito en diversos medios, participado en diferentes periódicos de distintos países. Me confieso uno de los cuatro gatos –como él le llamaba- a sus lectores. Término que explicaba Palmieri en una de sus columnas: “lo he venido diciendo desde que tuve un incidente un día que estaba viendo jugar polo y me abordó inesperadamente un adinerado señor que es esposo de una de las secretarias de cierto ex Presidente de la República en turno (cuyo nombre no viene al caso hoy), para reclamarme de manera muy desagradable por las eventuales críticas que yo le hacía al mandatario, argumentando que por ellas estaba perjudicando la imagen de nuestro país en el extranjero. Lo cual me causó mucha risa y entonces él, visiblemente ofendido, agregó: “¡Menos mal que a usted lo leen solamente tres o cuatro gatos!”
Su vida fue por demás interesante, siempre involucrado en la política del país de una u otra forma. Amigo de Cantinflas, de Jacobo Zabludosky, del presidente mexicano López Portillo. Siempre influyente, “si hablara mi comedor”, me dijo la vez que le visité hace unos meses, “ha visto pasar a Presidentes, Embajadores, personalidades. Todos pasan por aquí”.
En esa oportunidad, compartimos con Manolo Gallardo, a quien tuve el placer de conocer allí mismo. Don Jorge me explicaba que él no quería salir ya en otro medio, pero yo le explicaba que era un medio digital, que ya todo estaba trasladándose para la web. Confió en Perspectiva, y nos autorizó reproducir su blog en nuestro medio.
Siempre le estaré agradecido por haberme recibido y haberme compartido su plática, y haber creído en Perspectiva para ser el medio que tuviera autorizado reproducir sus últimas columnas.
Que en Paz Descanse, Don Jorge Palmieri.
