La confrontación entre el Registrador de Ciudadanos, Leopoldo Guerra, y el presidente de la Fundación Contra el Terrorismo (FTC), se expresó hoy con declaraciones del funcionario y la inmediata reacción de Ricardo Méndez Ruiz, quien asegura que Guerra está usando la victimización como un recurso para eludir su responsabilidad al inscribir a una candidata con orden de captura, quien además era jefe de la institución donde labora una hija del Registrador.
Redacción
En las primeras horas de la mañana, algunas pasarelas ubicadas en la calzada Roosevelt presentaban mantas vinílicas criticando al Registrador de Ciudadanos, Leopoldo Guerra, por la inscripción irregular de la ex Fiscal General Thelma Aldana como candidata presidencial.
Quienes simpatizan con Aldana consideran que Guerra está siendo atacado por cumplir con su trabajo, mientras los detractores afirman que debe ser destituido por corrupto, al inscribir a una candidata contra quien hay orden de captura y porque además, una hija de Guerra trabajó (o trabaja) en el Ministerio Público (MP), lo cual es un evidente conflicto de interés, “aún si Aldana no fuera prófuga de la justicia y no intentara ser candidata presidencial”, señala Ricardo Méndez Ruiz, presidente de la Fundación Contra el Terrorismo (FCT).
Cuando el Frente por la Verdad y los Hechos hizo público un documento de Guatecompras donde se evidenciaba el contrato laboral entre la hija de Guerra y el MP, mientras Aldana era Fiscal General, el Registrador dijo a los medios que su hija “continúa laborando en el MP, en la unidad encargada de evaluar el desempeño de las agencias fiscales”.
Según Guerra, las mantas que exigen su renuncia son parte de las presiones que ha recibido para que no inscriba a Aldana, aunque omite mencionar que la ex fiscal está bajo investigación penal, lo que debiera impedir su inscripción, como sucedió con Mauricio Radford, quien recibió sus credenciales el 5 de febrero y le fueron retiradas un mes después, por la solicitud de retiro de antejuicio que pesaba en su contra.
El registrador anunció que habría solicitado medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para proteger su vida y la de su familia.
Entre las afirmaciones que realizó en la conferencia de prensa, resalta la descalificación a Méndez Ruiz, de quien afirmó que tiene “afectaciones (¿afecciones?), psicológicas e ideológicas” , además de estar “vinculado con el conflicto armado interno” y sobresalir en la “comisión de hechos delictivos”.
Además, dijo en conferencia de prensa que los abogados de su hija están analizando las acciones legales que tomarán en respuesta a lo que considera difamación y calumnias en su contra: la divulgación de que la hija trabaja en el MP.
La victimización como un recurso
Al respecto de la conferencia de Guerra, Méndez Ruiz enfatiza: “Leopoldo Guerra parece olvidar que él y su hija, como funcionarios del Estado, están sujetos al escrutinio público”.
Guerra cometió abuso de autoridad al inscribir a una candidata con impedimento, debido a que existe una orden de captura en su contra y él lo sabía, pero además, existen claros indicios de que pudo haber tráfico de influencias por la deuda de gratitud, debido a que la ex Fiscal era jefe de la hija.
“Si se tratara del ex Fiscal Juan de los Palotes, sin orden de captura, con un ex empleado hijo del Registrador, el caso sería distinto, aunque por ética, Guerra no debió participar en esa inscripción. Pero en este caso hay orden de captura y el Registrador no se abstuvo y la inscribió”.
En cuanto a las amenazas contra Guerra y su familia, Méndez Ruiz considera que “se está victimizando. Es una costumbre de la izquierda que Guerra adopta por cuenta propia. Recientemente, Helen Mack denunció a un grupo de comensales que tuvieron la mala suerte de estar en el mismo restaurante que ella. El secretario de Semilla difamó a una señora que parqueaba su vehículo cerca de la casa de él. Aldana también está denunciando amenazas y Guerra, llegó hasta la CIDH para pedir protección”.
“Le doy la bienvenida a cualquier acción penal o jurídica que pretenda impulsar Guerra y la responderé con apego a las leyes. Reitero que Guerra estaba enterado de los problemas legales de la ex Fiscal y pese a esto, la inscribió. Es un inmoral e indigno de confianza. Por principio, siempre he considerado que un hombre que se tiñe la barba no puede ser confiable”, concluye.
