Este jueves se dio a conocer que el presidente Trump firmará una orden ejecutiva para cerrar el Departamento de Educación, cumpliendo una promesa de campaña. Trump ha criticado al departamento por derrochador e imbuido de ideología progresista, pero eliminarlo por completo probablemente requerirá una ley del Congreso.
Redacción Perspectiva
Según medios locales, la orden instruirá a la secretaria de Educación, Linda McMahon, a facilitar el cierre y devolver la autoridad educativa a los estados. El gobierno de Trump ya ha estado reduciendo la agencia a través de despidos y recortes de programas.
También mencionan que los defensores de las escuelas públicas argumentan que eliminar el departamento perjudicará a los niños en un sistema educativo desigual. La Casa Blanca no ha detallado qué funciones del departamento se transferirán o eliminarán, pero McMahon ha prometido preservar iniciativas clave como los fondos del Título I y las becas Pell.
Asimismo se destaca que el departamento asigna miles de millones de dólares a las escuelas y supervisa los préstamos federales para estudiantes. Gran parte de su trabajo implica administrar dinero y supervisar el cumplimiento de los derechos civiles.
Cabe mencionar que los republicanos han abogado durante mucho tiempo por cerrar el departamento, afirmando que desperdicia dinero e interfiere en las decisiones estatales y escolares. Trump prometió cerrar el departamento y devolver el control a los estados, calificándolo de semillero de extremistas.
Sin embargo, Trump ha utilizado el departamento para promover su propia agenda, utilizando su autoridad para perseguir a las escuelas que no cumplen con sus órdenes. Incluso los aliados de Trump han cuestionado su autoridad para cerrar la agencia sin el Congreso, y su popularidad política es incierta.