Jose Rubén Zamora resultó ligado a proceso por los delitos de lavado de dinero, chantaje y tráfico de influencias. La defensa no logró invalidar las pruebas y finalmente, el juez Séptimo de Primera Instancia, Freddy Orellana, resolvió ligarlo a proceso con Samari Gómez, acusada de revelar información reservada.
Redacción Perspectiva
Jose Rubén Zamora y Samari Gómez fueron ligados a proceso esta tarde, con base en los medios de prueba que presentó ayer la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), en una larga jornada que se prolongó durante todo el día.
Los abogados de los dos imputados cuestionaron la investigación, el manejo del dinero y la legalidad de los audios, todos ellos, medios de prueba presentados ayer. Sin embargo, el juez aceptó los medios de prueba y los ligó a proceso.
Zamora y su amistad peligrosa con un presunto corrupto
Ronald García Navarijo, ex gerente del Banco de los Trabajadores, interpuso la denuncia contra Zamora, pero además, grabó horas de audio que lo incriminan y permitió que en su oficina se filmara con cámara oculta, el momento en que dos empleados de Aldea Global S.A. (El Periódico es parte de esta empresa), le llevan los Q.300 mil en efectivo, para que él los depositara en un banco del sistema, lo que según la ley es una simulación para ocultar la procedencia del dinero.
Según indicios, el dinero pudo provenir de «donaciones» que le realizaban varias empresas a Zamora. Esto tiene dos versiones:
1. Era pago de chantaje por no aparecer en El Peladero (versión vox populi y denuncia de García);
2. Empresas muy importantes que aprecian profundamente a El Periódico le donaban el dinero para su funcionamiento. Por temor a las reacciones gubernamentales, estas empresas preferían no pautar ni aparecer como benefactores. Esto fue declarado por Zamora ayer.
El empresario y periodista también aseguró que sus amigos empresarios acudirían ante el juez a declarar a su favor, pero esto no sucedió. A la ausencia de los amigos donantes y la acción del abogado Christian Ullate (costarricense, ex CICIG), se suman varias declaraciones de Zamora quien sin querer, pudo haberse auto incriminado.
Por ejemplo, reconoció que es amigo cercano de su denunciante desde hace años, pese a que García Navarijo está implicado en el caso Arca, investigado por la CICIG, donde burócratas del Bantrab financiaba campañas electorales desfalcando al banco.
Además, Zamora afirmó que había llevado a García Navarijo a la FECI y a la «embajada» (de EE.UU), para «apoyarlo» con la resolución de su caso. Esta declaración, hecha ayer por el empresario, puede voltearse en su contra.
Reconocerse amigo de un procesado por corrupción y hacer negocios con él (mandarle Q.300 mil en efectivo con dos empleados de El Periódico), son dos de las debilidades expresadas en la audiencia de ayer que pudieron terminar convenciendo al juez de la decisión expresada esta tarde.