CCK presentó en Centroamérica el programa SmartWork, que ya tenía implementado y dota a las compañías de las herramientas necesarias para ofrecer teletrabajo y horarios flexibles de forma simultánea y, por otra parte, ofrece a los colaboradores bienestar y calidad de vida personal.
Redacción Perspectiva
Es muy probable que al finalizar la pandemia COVID-19, un 74% de las compañías que participaron en el reciente estudio de Gartner sobre el teletrabajo, manifestaron que mantendrán el trabajo a distancia como una modalidad fija para sus colaboradores, una valiosa oportunidad para aquellas tareas donde no se depende del espacio físico para realizarlas.
La gerente de país de CCK Guatemala, Alejandra Aqueche, considera que “la crisis aceleró un proceso que era realidad desde hace años. Las empresas necesitan seguir impulsando el equilibrio de vida. Al trabajar desde casa los colaboradores pueden manejar sus agendas de forma efectiva, evitando tensiones generadas por traslados y ahora por el temor que al salir se exponen a contagios. La nueva normalidad laboral, sin duda, ahora incluye el componente del teletrabajo”.
En Guatemala, el confinamiento obligatorio generó presión para gestionar las labores a distancia y en línea. Es así como nace el SmartWork, programa que cuenta con un software o herramienta tecnológica para el registro, administración y supervisión de las horas de trabajo de cada funcionario, lo que le facilita a la empresa analizar, distribuir y priorizar la dedicación de tiempo de los colaboradores en las distintas labores.
El programa permite al colaborador definir su lugar de trabajo y distribuir su horario para poder atender responsabilidades personales, al tiempo que permite organizar las horas laborales para cumplir los objetivos y requerimientos de la empresa.
