Un rascacielos en la capital de Rusia, Moscú, ha sido nuevamente atacado por un dron en una serie de incidentes que han dejado a la ciudad en alerta máxima. El alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, confirmó que varios artefactos no tripulados invadieron la ciudad durante la noche, pero muchos de ellos fueron derribados por las fuerzas de seguridad.
El ministerio de defensa de Rusia ha atribuido la responsabilidad de los últimos ataques a Ucrania. El rascacielos atacado es el hogar del ministerio de desarrollo económico de Rusia, y el dron logró alcanzar el piso 21, donde se encuentra esta entidad. Imágenes del incidente muestran la fachada de vidrio del edificio dañada y carbonizada, con alrededor de una docena de paneles de vidrio faltantes.
Curiosamente, este mismo edificio ya había sido atacado hace dos días en un incidente similar. Aunque el motivo de que haya sido alcanzado dos veces seguidas aún no está claro, el ejército ruso afirmó que los drones que intentaron atacar el rascacielos fueron interceptados antes de causar un daño mayor.
Los ataques no se limitan a Moscú, ya que Rusia también asegura haber destruido tres barcos no tripulados ucranianos que intentaban atacar dos barcos rusos en el Mar Negro.
La situación se agrava con declaraciones del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, advirtiendo que la guerra regresaría a Rusia, lo que fue seguido por un bombardeo con misiles ordenado por el Kremlin que causó la muerte de seis personas, incluyendo a un niño de 10 años.
El asesor de Zelenski, Mykhailo Podolyak, insistió en que Rusia enfrentará «más drones no identificados», describiendo la ciudad de Moscú como «acostumbrándose rápidamente a una guerra en toda regla».
Estos ataques con drones en la capital rusa, sin importar su origen, muestran la vulnerabilidad de Moscú en medio del conflicto con Ucrania, que ya ha durado más de 18 meses. Mientras tanto, la guerra en Ucrania continúa con una combinación letal de aviones no tripulados, misiles y bombas planeadoras rusas e iraníes.
La situación se torna cada vez más tensa, y la incertidumbre y el miedo se apoderan de la ciudad. Los rusos se enfrentan a la realidad de que la guerra del presidente Putin está obteniendo resultados completamente opuestos a los pretendidos.
